El 27% de los hogares del conurbano bonaerense padece un déficit de acceso al agua de red

El agua es un nutriente esencial en la alimentación de los seres humanos, con un rol crucial para su supervivencia, al mismo tiempo que representa el principal componente del cuerpo humano. De hecho, el derecho al agua y a la alimentación son derechos humanos fundamentales, ampliamente respaldados y reconocidos por su capacidad habilitante para el ejercicio de otros tantos derechos. El correcto ejercicio de dichos derechos es primordial durante la niñez y la adolescencia, ya que en dichas etapas del ciclo vital carencias en estos sentidos pueden obstruir el correcto desarrollo humano, físico y cognitivo.

El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) y la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires elaboraron el informe técnico: «Agua segura y alimentación, derechos pendientes de ser garantizados», que refleja la situación actual del acceso a la misma.

«Es un tema que venimos monitoreando hace varios años. La problemática se encuentra muy focalizada en el conurbano bonaerense. En ese sentido, hicimos más foco en la red pública y pudimos ver cómo es una problemática mucho más severa de lo que imaginábamos. Sobre todo en viviendas con agua de pozo y en algunos casos en agua fuera de la vivienda», aseguró a Infobae Ianina Tuñón, coordinadora del estudio.

El derecho al agua representa uno de los derechos humanos fundamentales reconocido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU, 1948) y por la Convención sobre los Derechos del Niño (UNICEF, 1989). A principios del milenio, fue considerado como derecho indispensable para vivir dignamente y condición previa para la realización de otros D.D.H.H. por el Comité de la ONU sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

El derecho al agua más recientemente se encuentra entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ONU,2015) debido a que persisten en el mundo significativas carencias en su ejercicio, y para ello el enunciado del objetivo número 6 establece como fundamental para el 2030 «Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos», junto con las siguientes metas:

-Lograr el acceso universal y equitativo al agua potable, a un precio asequible para todos.

-Lograr el acceso equitativo a servicios de saneamiento e higiene adecuados para todos y poner fin a la defecación al aire libre, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas y las personas en situaciones vulnerables.

–Mejorar la calidad del agua mediante la reducción de la contaminación, la eliminación del vertimiento y la reducción al mínimo de la descarga de materiales y productos químicos peligrosos, la reducción a la mitad del porcentaje de aguas residuales sin tratar, y un aumento sustancial del reciclado y la reutilización en condiciones de seguridad a nivel
mundial.

-Aumentar sustancialmente la utilización eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores, y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez de agua y para reducir sustancialmente el número de personas que la sufren.

La situación en Argentina

En el país y especialmente en el Gran Buenos Aires (GBA) todavía no todos los hogares acceden al agua a través de la red pública y en el interior de sus viviendas. Justamente, para poder construir un indicador que determine el déficit de acceso a agua segura, se estudiaron diversas preguntas y se determinó que los niños, niñas y adolescentes (NNyA) que padecen este déficit son aquellos que viven en hogares sin acceso a agua de red pública y/o cuando la misma no está disponible por cañerías dentro de la vivienda.

La probabilidad de acceder al agua de pozo es mayor en el GBA que en el total país, y también es mayor la propensión a tener que acceder al agua fuera de la vivienda.

A grandes razgos, el GBA presenta grandes desventajas frente a lo que ocurre a nivel del promedio nacional urbano, tanto en términos de hogares como de población de NNyA. La incidencia del déficit de agua en los hogares del GBA (27,7%) duplica al observado en el promedio de los hogares del país (14,1%) y los NNyA que no cuentan con el adecuado acceso al agua segura del GBA (32,6%) presentan una diferencia regresiva de 13,7% con respecto a sus pares a nivel nacional (18,9%).

El déficit de acceso a agua de red dentro del GBA registra una incidencia que guarda independencia al grupo de edad y sexo de los NNyA, porque claramente es una problemática de los hogares extensible a todos sus miembros. No obstante, afecta con mayor énfasis a las infancias de los estratos sociales más bajos y que viven en condiciones de pobreza e indigencia, y en aquellos que residen en villas de emergencia o en asentamientos sin trazado urbano (barrios informales).

También se puede advertir que los niveles de incidencia se mantienen elevados, aun para el caso de los que no viven en condiciones de pobreza (23,9%) ni indigencia (31,4%) y que residen en barrios con trazado urbano (28,1%). Es decir, que se trata de un problema extendido en el territorio del GBA.

Al evaluar la composición del déficit de acceso al agua de red en la población de NNyA del GBA, se observa que el 39,9% de los mismos son niños/as de 5 a 11 años, el 72,5% es de los niveles socio- económicos muy bajo y bajo, el 69,4% son niños/as en condiciones de pobreza, el 68,5% reside en barrios con trazado urbano formal y el 40% pertenece a la zona oeste y el 35,5% a la zona sur del GBA. Esta información permite reconocer que, si bien se trata de un problema que afecta en mayor medida a las poblaciones más vulenerables del GBA, es un fenómeno muy extendido en el territorio del GBA y que requiere de una política de Estado a gran escala y sostenida en el tiempo.

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