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Aislados y deprimidos: durante la cuarentena se disparó la venta de ansiolíticos, antidepresivos y calmantes

Un relevamiento del sindicato de farmacéuticos advierte sobre el aumento en las ventas de clonazepam y diazepam desde el inicio de la cuarentena obligatoria.

Desde el inicio de la cuarentena se dispararon las ventas de ansiolíticos, antidepresivos y medicamentos para controlar la depresión, los ataques de pánico y el insomnio. Los datos surgen de un relevamiento que llevó a cabo el Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado el 20 de marzo. Anticipan un incremento anual del 20 por ciento en las ventas comparado con 2019. Quiénes y por qué se medican en medio de la pandemia del coronavirus.

“Se disparó la ventad de clonazepam, diazepam y todos los medicamentos que son para ataques de pánico, ansiedad, depresión o insomnio”, detalló a BigBang el secretario del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos, Marcelo Peretta. Sólo en el primer trimestre del año se vendieron 36 millones de unidades (cajas de remedios), aunque en las últimas dos semanas, desde que se dispuso la cuarentena total, hubo un shock de ventas.

Por el incremento registrado en el primer trimestre, Peretta adelantó que para este año esperan un aumento del 20 por ciento en la demanda de estos medicamentos. Sólo en 2019 se vendieron 132 millones de psicofármacos, aunque la cifra manifiesta un fuerte incremento año tras año desde 2012, cuando se vendieron 86 millones. En 2015 se vendieron 109 millones; mientras que en 2016 la cifra saltó a 120 millones. En 2017, apenas tres años atrás, se vendieron 124 millones de remedios para la depresión, el insomnio o la ansiedad.

El psiquiatra Carlos Noceda aseguró a BigBang que no registró una demanda mayor a la habitual desde el inicio de la cuarentena, tanto en su consultorio privado como en el Centro de Salud Mental N°1, donde trabaja. Sin embargo, indicó que “es de esperar que aumente la demanda de angustia de los pacientes” en medio de una crisis de semejante magnitud. “Los niveles de ansiedad y angustia se incrementan ante esta situación, pero depende del modo de respuesta de cada uno”, señaló.

Entre otros factores, advierte que el cambio drástico de la rutina es una de las situaciones que más impacto genera. “Se duerme a cualquier hora y hay dificultades para dormir. Esta situación altera e interrumpe proyectos subjetivos de todos, hay mucha incertidumbre respecto al futuro, a qué va a pasar con la economía, eso genera mucha ansiedad”, señaló, y analizó: “Somos una sociedad acostumbrada a resolver los problemas de forma individual, con la prepaga y el médico. Las soluciones colectivas y solidarias no son comunes, ahora mismo se observa con el debate respecto a si se le da más lugar a la economía o si se trata de que la mayoría de las personas puedan estar sanas y sobrevivir”.

UNA SOCIEDAD MEDICADA

Peretta señala que los precios de los psicofármacos más vendidos oscilan entre los $439 y los $3.000. “Los más económicos son los conocidos, de patente vencida. Los más nuevos, con patente vigente, están alrededor de $3.000. Eso cuesta el tratamiento mensual, en algunos casos se consume durante más tiempo”, señaló.

Según el sindicalista, la radiografía muestra que hay más mujeres que hombres consumiendo psicofármacos, y apunta a que los sectores que más se medican son de clase media, media alta. “La mayoría son adultos jóvenes”, remarcó Peretta, que recuerda que en otras crisis, como la del 2001, también hubo se dispararon las ventas. “Las crisis siempre provocan incremento del consumo”, apuntó.

“La sociedad argentina está altamente medicada para la ansiedad y la depresión”, señala Noceda. Según un estudio realizado por la Sedronar en 2017, el fármaco tranquilizante o ansiolítico más consumido es el Clonazepam (55 %), seguido por el Alpazolam (30,2 %) y el Diazepam (15,4 %). De acuerdo a ese relevamiento, el 15,3 por ciento de la población argentina utilizó, alguna vez en la vida, tranquilizantes o ansiolíticos, con o sin prescripción médica. “Hay un consumo masivo y generalizado”, sintetizó Noceda.

FUENTE: BIGBANG NEWS.

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