LA DORREGO

Cómo se vivió en mis grupos de WhatsApp el partido Argentina -Países Bajos

Por Pablo Javier Marcó

Me quedaba un 20 por ciento de batería en el teléfono y lo puse a cargar apagado, como recomiendan. Estaba por empezar el partido de cuartos contra Países Bajos.

El celular es bastante nuevo y cargó rápido. Pero Molina ya había hecho el primer gol de la Selección tras el «bochinesco» pase de Messi y decidí dejarlo apagado. No fuera a ser caso que lo prendiera y nos empataran.

Fue así que durante los 90 minutos, el suplementario y los penales, el Motorola permaneció inerte.

Recién lo volví a prender cuando Lautaro dejó en ridículo al arquero naranja para que la Scaloneta se metiera en «semis».

Comencé a repasar la catarata de mensajes que fueron mandando en distintos grupos de WhatsApp y comparto algunos:

«No me gusta la línea de 5», escribe uno de los amigos de juntadas de otras épocas.

«¿Croacia tiene algo?», pregunta un amigo al que no le gusta mucho el fútbol pero que enciende la escondida pasión en cada Mundial.

«Son duros. Y el 10 (Luka Modrić), con 37 pirulos, la sigue rompiendo», responde otro.

«¡Que bueno está Paredes!», dice una integrante del grupo de excompañeros y compañeras de la secundaria.

«Me quedo con De Paul. ¡Viste que lomazo tiene!», agrega otra.

«Yo a Messi lo veo hermoso. Tal vez sea por lo que juega», ironiza una tercera.

«¡Siempre terminamos sufriendo! Con qué necesidad», exclama un compañero de laburo después del descuento holandés.

«¿Estaba lesionado el Cuti?, porque sino no se entiende el cambio. Que foul tonto hizo Pezella», se queja otro amigo de la secu.

«Tranka que ya está, se termina», intenta calmarlo otro.

«¡10 minutos de descuento da! Está loco ese gallego, pelado y botón¡», estalla un exentrenador del fútbol local que suele conservar la calma en momentos complicados.

«Noooooooo, la puta que lo parió. Van a llegar muertos al alargue», me escribe en privado un amigo después del 2-2.

«¿Hay penales?», pregunta la admiradora de Paredes.

«No, hay suplementario. ¿No viste Brasil – Croacia?», le aclara la que suspira por los abdominales de De Paul.

«¡Vamos Dibu!, carajo», mensajean tres o cuatro al unísono.

«Dibu, Dibu, enorme. Tenía que salir de la escuela de Pepé Santoro en Independiente», chicanea un hincha del rojo hasta el tuétano.

«Sí, sí, todo bien, pero, De Paul y Acuña, que la rompen, son de Racing», retruca un académico de ley.

«¿Nos empataron?, pregunta un excompañero de escuela cuando Enzo erró su disparo.

«No, si ataja Dibu o metemos el último, pasamos», lo tranquiliza uno.

«Gooooooooool, gooooooool. Sacá amarillas ahora, pelado botón», escribe el que no le gusta la línea de 5.

«No quise contradecirte, pero con el esquema de tres centrales, los laterales dañaron. El primer gol lo hace el lateral derecho y el penal se lo hacen al izquierdo», le dice uno de las «juntadas» de antaño al que cuestionó el planteo táctico de Scaloni.

«Que vivo sos. Con al diario del lunes, cualquiera», replicó.

«¿Cuándo jugamos ahora?», pregunta alguien.

«El martes, a las 4 de la tarde», responde otro.

«¿Vieron lo que le dijo Messi a un holandés?», escribe uno.

«No, ¿qué?».

«Bobo, bobo, le dijo bobo». (11-12-22).

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