Serrat, Belgrano y la casaca alternativa de España / Escribe Fabián Barda

El mundial sigue su curso escudado en que lo importante es que ruede la pelota, aunque esta vez a un rebelde del fútbol como lo fue Diego Maradona lo contradigan con una pelota manchada.

Signadas por mensajes políticos por acción o por omisión las jornadas de Qatar transcurren a medida que se juegan instancias definitivas más enfocadas en lo que puede pasar dentro del campo de juego porque lo que ocurre fuera ya fue motivo de tibias manifestaciones de quienes realmente deberían hacerlo y, como destino de fútbol al fin, quedaron en manos de los verdaderos protagonistas: los futbolistas.

Una prueba cabal de la locura mundialista la representó el técnico de Ecuador Alfaro que salió al rescate de uno de sus jugadores diciendo que respetaban los derechos humanos en toda su dimensión y en todos los lugares del mundo. Pocos recuerdan que en oportunidad de discutirse la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en la Argentina, Alfaro en ese entonces DT de Boca Juniors fue un activo militante del sector identificado como “Pro Vida “o “Pañuelo Celeste”.

La indumentaria que lucen las selecciones que participan del Mundial 2022 también tiene sus bemoles. El caso emblemático es el de la famosa marca de las tres tiras que desde los controvertidos juegos olímpicos de Berlín de 1936 ejerció lobby para calzar y vestir a la mayoría de los representativos. Más allá que en los JJOO desarrollados bajo el nazismo uno de los hermanos Dasler haya logrado que el genial Jesse Owen luciera el calzado de la marca alemana para vengar en la propia cara del asesino Hitler la inconsistencia de la existencia de una raza superior. Vaya sorpresa que todavía un ex presidente devenido en gurú del fútbol haya vaticinado la preponderancia de Alemania utilizando los argumentos del nazismo. ¿No valdría recordar que los teutones se volvieron por segundo mundial consecutivo en primera ronda?.

En medio de disputas de marcas que imponen diseños en forma constante para mover un mercado multimillonario varias camisetas de este mundial volvieron a sorprender, por ejemplo la de Inglaterra más parecida a diseños de ligas del interior de argentina o de torneos del ascenso, Canadá que al no figurar en los planes de nadie como clasificado sigue jugando con los juegos de camisetas que utilizaron para las eliminatorias, la camiseta alternativa de Uruguay blanca con escudo en medio del pecho y con las discutibles 4 estrellas (Uruguay ganó los mundiales de 1930 y 1950 y reclama el reconocimiento como campeonatos mundiales las medallas de oro de Ámsterdam y París) y por último, la indumentaria predominantemente blanquiceleste que utilizó España en el partido en el quedó eliminada a merced de Marruecos.

El antecedente de esos colores reemplazando a “La Roja” (título que también parece ser robado a Chile) ubican en la Eurocopa de 1964 cuando los ibéricos utilizaron una casaca celeste con pantalones y medias blancas. Ese antecedente existe. La verdad es que esos colores se emparentan con la Escarapela y la Bandera Argentina.

No es que el utilero español, como nos hicieron creer durante nuestra infancia, miró el cielo y soñó una divisa blanquiceleste. No fue así.

La escarapela Argentina, la Bandera Argentina y la vestimenta alternativa que lució el Seleccionado español en este Mundial reconocen su origen en los colores de la casa de los Borbones, la dinastía a la cual pertenece el actual monarca español. Es decir, una vestimenta bien monárquica.

Más allá de su sistema político basado en una Monarquía constitucional estructurado después del franquismo con los Pactos de la Moncloa y la actitud del entonces Rey Juan Carlos ante el “Tejerazo”, hay deudas pendientes de la memoria colectiva con la España republicana. La actual bandera española comenzó a utilizarse después de Ultrech (1713) y durante la Segunda República (1931-1939) el pabellón era lila, rojo y amarillo.

Ojalá que cuando el fútbol sea una fiesta, cuando se haya reparado aunque sea en algo la memoria histórica de los crímenes de la Guerra Civil Española se cumpla en sueño del Nano Serrat: «Y colgaron de un cordel / De esquina a esquina un cartel / Y banderas de papel / lilas, rojas y amarillas». (08-12-22).

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