ECOS DE LA MEMORIA: “Sobre calles y nombres”
Por Fabián Barda
Los nombres de las calles y la apropiación del patrimonio, como lo han señalado los urbanistas, es un campo de lucha. Muchas veces no logramos evitar estériles combates al borde de las tumbas.
Las calles, paseos, plazas, barrios y otros espacios públicos terminan consagrando homenajes que caen en la tradicional tendencia de ser productos de una época, reflejo de predominios políticos o resultado de la memoria final, de un cortoplacismo histórico que desdibuja el propio tributo.
En nuestro distrito, la designación por parte del estado se acentuó más durante el segundo período de predominio del conservadurismo (1930-1943); retomó otro matiz a partir de la recuperación de la comuna por parte del radicalismo en los años ‘50; tuvo su impronta con los gobiernos de las dictaduras de la Revolución Argentina (1966-1973), la última Dictadura (1976-1983) y recobra cierto equilibrio durante un período de dos décadas y media de recuperada la Democracia en 1983.
El universo de homenajes es variado. El sesgo lo determinan la época, los signos políticos y ciertas oleadas compensatorias, como puede haber sido el justo homenaje a las colectividades, por ejemplo.
Si arrancamos con estas últimas tenemos las calles: España, Italia, Holanda, Siria, Dinamarca, Euzkadi, Inmigrantes, tres plazoletas: Altea, Italia y De los Inmigrantes.
Obviamente que los “próceres” del panteón liberal de la historia están presentes: San Martín, Belgrano, Sarmiento, Echeverría y, como contrapeso, Juan Manuel de Rosas. Ausente no está Colón, como en casi ninguno de los pueblos y ciudades de este país.
Esa nomenclatura no olvidó a nuestras fechas patrias: 9 de Julio y 25 de Mayo.
¿Presidentes? Son recordados, llegando a hacer esquina, Hipólito Yrigoyen y Juan D. Perón, nombre este último que reemplazó a la calle 3 de Febrero, Roca fue reemplazado por el Intendente Santagada para que una esquina se junte con Ricardo Fuertes, síntesis esta del encuentro de las dos avenidas como el de la comprensión final de la recuperada democracia.
El propio mártir del federalismo que le da nombre a la ciudad y al distrito tiene nominaciones que tienen que ver con su historia como pueblo: 9 de Abril, Guillermo Aranda, Raúl Sánchez, Urdapilleta y, también, en su estatura de uno de los hombres más importantes de esta patria: Manuel Dorrego, 13 de diciembre y Plaza Dorrego.
Las épocas dictatoriales, la impronta que dejó el Comisionado Jorge Brussa, en dos períodos diferentes, marcaron imposiciones relacionadas con la Armada como la de Bouchardo, Murature (actual G. Juárez), Piedrabuena, Combate de Montevideo, Comandante Espora y Plaza Browm.
La gesta de Malvinas puso su sello al recordar al conscripto Rubén Álvarez con una avenida y una plaza, a las propias Islas con una calle, un barrio y una plaza.
Un solo religioso y un solo dirigente deportivo son recordados: el polémico presbítero Nicolás Ramos Ojeda y el ex directivo del Club Villa Rosa, Silvano Peláez.
Los periodistas y hombres de medios de comunicación recordados son Leoncio Aldea, Narciso Faudry y Enzo Fabriciano Barda.
Solo dos obreros aparecen: Américo Virgilio Rago y Scarvaglioni, este último, obrero ferroviario que muriera al colaborar en la extinción de un incendio, en tiempo en que no se había formado el cuerpo de Bomberos Voluntarios.
La política local tiene un poblado panteón que incluye a Maciel, Uslenghi, Ricardo Fuertes, Gregorio Juárez, Diputado Felipe, Salvador Randazo y Mario Alberto Reyes; además de los Intendentes Antonio B. Costa, Nírido Santagada, Argentino Cutrín y José Nomdedeu con cuyo nombre se designó al Sector Industrial Planificado. Allí también se recuerda a Los Hermanos Codagnone.
Dos cantores populares le dan nombre a dos arterias, Carlos Gardel y el Payador Gabino Ezeiza.
Hay una fuerte impronta del tradicionalismo por impulso de la Peña Nativista, Luis Acosta García, El Gaucho, El Indio, Martín Fierro, De los Reseros y las Plazoletas Amando Pía y Pedro H. Iribarne.
En un pueblo en que varios médicos fueron Intendentes todavía ninguno de ellos llegó al nomenclador en cambio sí, Carlos Casal Varela, Isaac Mosovich y Pasaje Negrete.
Dos maestros para el final, Don Federico Lequérica y Clementina Villamayor, único nombre de mujer para una calle. Clementina también recibió otro homenaje al llevar el Centro Educativo Complementario su nombre.
Los Barrios nos recuerdas su origen trabajador: 1° de mayo, Obrero 1 y 2, Municipal 1 y 2, Autoconstrucción, Pym y ATEPAM, aunque este último se denomina Zacarías Uslenghi, nombre nunca utilizado.
Otros recalaron en la historia, Barrio San Martín e Independencia; algunos en su propia historia Estación, Colonia Ferroviaria y Centenario.
Plan Novios y Abuelos para remarcar en el momento en que llegaba la ansiada vivienda o Arquitectura 1 y 2 que trasunta una característica edilicia.
Así nuestros nombres que remarcan y reafirman una tendencia casi universal.
Como alguna vez señaló el escritor español, Fernando Savater, “le hemos rendido homenaje a muchas excelencias sociales pero nunca a la “santa libertad”, “santa solidaridad” o “santa igualdad”.
FUENTE: ECOS DE MI CIUDAD