La ciudad

En memoria de Nenucha: un legado de amor y tradición

La Peña Nativista de Coronel Dorrego expresó su “profundo dolor por la pérdida de la señora Teresa Rusconi de Rodríguez”. Al mismo tiempo, hizo “llegar su más sentido pésame a su familia, parte de la cual integra nuestra institución, honrando su nombre y legado”.

Este es el texto que compartió la entidad gaucha:

“Su padre la llamaba Nenucha, y así quedará grabada indeleblemente en el afecto, el respeto y la memoria de quienes la conocimos y la quisimos por su coherencia, su entereza y su bonomía, tanto en su rol de dirigente de su amada Peña como por su calidad humana. Ingresó al “Cuerpo Espectáculo de Danzas” (hoy Cuerpo de Baile) del entonces joven grupo tradicionalista a fines de la década del cincuenta, formando parte de una de las primeras formaciones de dicho cuerpo. Participó de las primeras ediciones de la Fiesta Nacional de las Llanuras, del Festival de Cosquín en 1964, del primer aniversario de Canal 9 de Bahía Blanca y del Festival de Peñas de Villa María en Córdoba, entre otros escenarios que pudieron apreciar su gracia y prestancia en la danza.

“Un día, conoció a Miguel Héctor, y después de finalizar la novena edición de nuestra Fiesta Gaucha, aceptó su propuesta de casamiento. La vida le presentaba un desafío aún mayor que su amor por ese destino peñero: formar una familia, un sueño que cumplió con creces. Por este motivo, se alejó de la participación activa en la institución, aunque nunca se apartó de su gente y, sobre todo, de aquel hombre a quien siempre consideró su segundo padre, Don Pedro Iribarne. Sin embargo, un día de 1980, con sus hijos casi adolescentes, el querido y recordado Julio César Linares la convocó a volver para una presentación en la Capital Federal, donde ella ya había estado con el Cuerpo de Danzas. Sin dudarlo, dijo que sí y, desde entonces, se convirtió en una de las integrantes más entusiastas de nuestra Peña, ya no como bailarina, sino como profesora de danzas, secretaria, archivista, moza y en cualquier lugar donde se la necesitara.

“Para los más jóvenes, fue una fuente de conocimiento histórico y valores sobre los cuales se había cimentado este baluarte tradicionalista, junto a otros dirigentes como Amílcar González. Ojalá el destino te reencuentre en una mesa celestial con Raúl, Yiye, Gancho, Ñusta, Atahualpa, Suma y tu querido Pedro, hombres y mujeres que llenaron nuestras anécdotas y nos enseñaron a soñar y amar la tierra que pisamos.

“En paz descanses, Nenu. La Peña que amaste y ayudaste a construir siempre te tendrá en su memoria”. (11-07-25).

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