Política

Gracias, Jonatan, por darnos una vergüenza más

* La pautada nota de Jonatan Viale con el presidente Milei, a raíz del escándalo $LIBRA, puso en evidencia la credibilidad y el profesionalismo del denominado “periodismo serio e independiente”. * La pregunta es: ¿todas las entrevistas que Milei ha dado en su despacho o en la quinta presidencial a Trebucq, Majul, Susana Giménez, entre otros, son pautadas y censuradas por el Comité Karina, Adorni y Caputo? * Joni insultó la inteligencia de 46.650.000 seres humanos que viven en la República Argentina y su propia inteligencia.

POR FABIÁN ENZO BARDA

El viejo y vigente Manifiesto Universitario rezaba: “Una vergüenza menos y una libertad más”. Este lunes, Jonatan Viale ha escrito un nuevo manifiesto para el periodismo hegemónico: “Una vergüenza más y vaya a saber cuántas libertades menos”.

Solo para empezar, vale decir que es una vergüenza total, porque son vergonzosos tanto Viale como el presidente Milei.

Es pertinente recordar desde dónde partimos. Eran las 19:01 del viernes 14 de febrero cuando el presidente Javier Milei publicó un tuit de apoyo a una nueva criptomoneda llamada $LIBRA, con un enlace directo para invertir. A las 0:38 del sábado, Milei borró el tuit y publicó otro en el que intentó aclarar la situación. En ese lapso, el precio de $LIBRA, que había comenzado en 0,000001 dólares, llegó a superar los 5 dólares y luego cayó abruptamente. Mientras 44 mil personas apostaron a lo grande y perdieron todo, apoyándose en la confianza del presidente, otros pocos se hicieron con 87 millones de dólares.

Muchos de los inversores confiaron en la recomendación de Milei; de ellos, una porción muy importante fueron militantes libertarios. El incentivo no vino solo por parte del presidente: referentes y promotores de su gestión, desde el comunicador Daniel “El Gordo Dan” Parisini hasta el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, José Luis Espert o Damián Arabia, retuitearon a Milei promocionando la cripto.

$LIBRA se lanzó al mercado el viernes y, en unas pocas horas, registró una fuerte subida de precios, que le permitió alcanzar una capitalización de mercado de más de 4 mil millones de dólares, según datos de consultoras especializadas en el negocio de criptoactivos.

A partir de una publicación de Milei en sus redes sociales, los precios se dispararon. El presidente apoyaba la iniciativa y aseguraba que el mundo quería invertir en Argentina.

De inmediato, surgió demanda en la cripto. Los bots que estaban preparados para realizar la compra de $LIBRA hicieron que el precio de la criptomoneda pegara un gran salto. La demanda de la moneda virtual crecía a medida que pasaban los minutos.

Recién con el correr de las horas, cuando era bastante claro que podía ser un engaño del tipo rug pull (que dejó a escasísimos ganadores y miles de billeteras cripto estafadas), el Gobierno se alertó: Milei borró el tuit e hizo su descargo al decir que no tenía vínculo con “Viva la Libertad Project” y que no estaba “interiorizado de los pormenores del proyecto”. “Luego de haberme interiorizado, decidí no seguir dándole difusión”, agregó el presidente en su tuit.

Cuarenta minutos después de que Milei borró el tuit, el precio de $LIBRA retrocedió nuevamente a US$ 0,00001. Parisini, Menem y Espert borraron los posteos. El segundo tuit de Milei, el de la aclaración, fue reposteado por el ministro de Economía, Luis Caputo, y por el presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, entre otros (Fuente: A24).

No hay dudas de que es un verdadero escándalo de alguien que ejerce el poder con total impunidad, que le importa menos la ética en el accionar político y que, puntualmente en este caso, habría cometido ilícitos, además de mezclar sus propios intereses personales con el interés público. Gratis, pago o por amistad con los responsables de $LIBRA, es inaudito que un presidente de cualquier país haga eso. Se han escuchado por estas horas palabras que no pueden calificarse ni siquiera de explicación, justificación o argumento político, como, por ejemplo, cuando deslizaron que no había nada que reprochar porque el presidente lo había hecho fuera de su horario de trabajo.

Ridiculez total. En principio, la primera magistratura de un país no es solamente un trabajo. Segundo, es una función de exclusividad absoluta; en ese sentido, se debería profundizar más sobre el patrimonio y las actividades, aún privadas, que realizan no solamente el presidente, sino todos los magistrados, legisladores nacionales, gobernadores, legisladores provinciales, intendentes y concejales. Y tercero, este tipo de presidente, surgido en este tiempo de algoritmos trasladados a la política, genera aún más descrédito a la democracia y bastardea el rol de la presidencia de la Nación.

Lo que roza el cuestionamiento político y la ilegalidad ha generado una catarata de denuncias, no solo en el país, en diferentes tribunales y solicitudes de informes, proyectos de comisiones investigadoras y hasta pedidos de juicio político en el Parlamento Argentino. En el caso de la justicia, entrarán en discusión las “medias bibliotecas” que existen en el derecho para volcar un fallo para un lado o para otro y, en el caso del campo estrictamente político, el conteo de porotos a la hora de aprobar, rechazar o cajonear lo que tiene o aspira a alcanzar estado parlamentario.

Más allá de todo esto, que tiene una importancia vital para la salud de la democracia, la frutilla del postre (no fue intención la analogía con el color de su cabello) se llama Jonatan Viale.

Todavía sin poder lograr podio en TN, la señal que fichó después de su paso por La Nación+, últimamente ha quedado más identificado por su amistad con el presidente de la República.

En su último encuentro, “la exclusiva” post escándalo $LIBRA pone al periodista en el ojo de la tormenta, revuelca por el piso su credibilidad y profesionalismo.

En una pautadísima entrevista con, al decir de Santos Biassati, el ciudadano Milei ¿el periodista?, cuyo pase a la señal de cable TN, del grupo Clarín, hizo más ruido que las transferencias del Colo Barco, dejó al desnudo una situación preocupante.

El triunfo de Milei no solo desestructuró a la oposición política tradicional, también profundizó la crisis del periodismo nacional que comenzó en los tiempos de Macri con la cooptación de una serie de difusores que terminaron recalando en La Nación+ (hay que recordar que no son pocos los que aseguran que Macri inyectó dinero en el grupo que maneja el diario fundado por Bartolomé Mitre) y, residualmente, en Radio Rivadavia. A partir de 2024, se ha dado una cierta diáspora cuyo origen es variado: celos de quienes se consideran estrellas, la apuesta de América TV (Grupo Vila – Manzano) de repatriar a muchos periodistas surgidos en sus micrófonos que emigraron como estrellas al grupo económico de los Mitre y otros, como Longobardi, que denunciaron presiones de la hermana del presidente. En todo ese sistema está la adhesión ideológica al neoliberalismo de los supuestos periodistas independientes y el terrible temor a la cancelación o a los ataques directos del propio ciudadano Milei.

Ahora, lo de Jonatan Viale no tiene punto de comparación. Nadie se animó a tanto. Nadie se expuso tanto para poner en evidencia su propia pusilanimidad y su falta de profesionalismo. Aplicando el sentido común, de eso no se vuelve. Imposible volver, pero…

Por si acaso, recordamos. Se filtraron imágenes de la entrevista con el presidente en las que se pone en evidencia que las preguntas fueron pautadas y monitoreadas por Karina Milei, el vocero Manuel Adorni y “Toto” Caputo, es decir, el núcleo rojo presidencial. En una mezcla de roles, Viale recomienda al presidente que cambie de abogado defensor y “Toto” Caputo irrumpe en medio del “reportaje” para sacarlo del pantano en que el propio presidente se había metido. Este tipo de manejo con las notas que otorga el presidente no es nuevo. Hasta la entrevista que le realizó un libertario militante amigo como el Gordo Dan fue editada por la hermana presidencial.

Viale, hijo de Mauro, tuvo un ascenso meteórico en el periodismo argentino, participando en el programa de su padre y en el mejor “Intratables”, que reflejaba cierto pluralismo en tiempos electorales. Allí, el pibe daba la imagen de un “nerd” que manejaba con solvencia muchos datos. De a poco, se fue desdibujando su solvencia hacia un odioso anti-kirchnerismo que lo llevó a las grandes ligas. Su pase a TN fue promocionado sin llegar a la repercusión de su salto de América TV a La Nación+.

La pregunta es: ¿todas las entrevistas que Milei ha dado en su despacho o en la quinta presidencial a Trebucq, Majul, Susana Giménez, entre otros, son pautadas y censuradas por el Comité Karina, Adorni y Caputo? ¿Qué periodista, ya sea amigo, adherente, más libertario que el propio presidente, lo entrevistaría después de esta última visita de Viale?

Esperemos que esto no termine aquí. ¿Llegará a constituirse en un “Vialegate”?

No puede ni debe terminar en salir a cazar al que filtró el video, o si era antiguo, pasar facturas a su padre muerto, o una cuestión monetaria de quienes “laburaron” para esa nota y su post-edición, o justificar los miedos y obsesiones de Milei, o recordar que Viale visita asiduamente la Quinta Presidencial y hasta incluso escucha ópera con el ciudadano que ejerce la presidencia de la Nación.

Mientras tanto, son pocos los periodistas que se animan a hablar del tema y el resto de la “corpo” hace “mutis por el foro”. Todo se agrava.

Jonatan insultó la inteligencia de 46.650.000 seres humanos que viven en la República Argentina y su propia inteligencia. Se puso en evidencia. A confesión de partes, relevo de pruebas.

Es imposible imaginar cómo se vuelve de esto; seguramente lo hará amparado en la impunidad de los sectores a los que sirve. (18-02-25).

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Un comentario

  1. ¿Es real que hay gente tan floja de la cabeza como para comprarle un Lecop invisible al payaso papadas?
    La perdida sería el antiguo impuesto al boludo.

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