El veto peligroso de Milei, el ultimátum de Macri y el fantasma del juicio político

Tras las derrotas legislativas, el presidente dice que no negociará y se prepara para una crisis política más dura. Santiago Caputo y la tesis de gobernar sin presupuesto en 2025. ¿Qué lugar quiere Mauricio para el PRO?

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NOTA DE PABLO IBAÑEZ EN CENITAL

«Con la política no se puede negociar nada…«

José Luis Espert gatilla la selfie y todos, salvo Javier Milei, sonríen. Es jueves (casi medianoche) en Olivos y el presidente cortó la sobremesa con un puñado de economistas para posar en la foto que ilustrará su decisión de vetar la reforma previsional que horas antes había votado el Senado. Las sonrisas desentonan con el daño que la medida, festejada en la cena, implica para 6 millones de jubilados, protagonistas del 30% del ajuste libertario.

Antes, en el salón de la Jefatura de Gabinete en Olivos, Milei rió a destiempo con chistes que varios comensales no entendieron, o no encontraban graciosos, y repitió frases escatológicas y/o sexuales para explicar su modo de gobernar. En sus diatribas, a los “degenerados fiscales” Milei les mete o les rompe alguna zona íntima. Los caballeros de la selfie, donde aparecen Luis ‘Toto’ Caputo, Federico Sturzenegger y Demian Reidel entre otros, son los ideólogos y ejecutores del “ajuste más grande” de la historia mundial.

En medio de un raid crítico que anudó un rosario de derrotas en el Congreso, temblores internos y un desafío explícito de Mauricio Macri hacia su protegido Santiago Caputo, Milei se rodeó de economistas que aplauden sus recortes a diferencia de la política, que los objeta y le pide sensibilidad. La foto es el mensaje: no existe una postal similar del presidente con dirigentes, ni siquiera con los propios, con ese tono intimista en la quinta de Olivos.

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Juicio y presupuesto
El clima de ruptura con lo que llama “casta” parece total. En las últimas horas, Milei ratificó que no hay clima social para un diálogo con la política –“la gente está podrida, no podemos aparecer negociando”, dijo– y agitó, según reconstruyó Cenital, el fantasma de un juicio político en su contra. No es la primera vez que lo sugiere, admitió el viernes un colaborador de trato diario con el presidente. En criollo, la lógica de Milei es lineal: como no pactará con la política, en algún momento la política se lo querrá sacar de encima.

En abril pasado, Karina Milei mandó a bloquear la designación de la periodista Marcela Pagano, diputada de La Libertad Avanza, como presidenta de la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados para promover en ese lugar a Alberto ‘Bertie’ Benegas Lynch. El argumento oficioso fue que a la hermanísima Bertie le resultaba más confiable que Pagano al frente de una comisión que puede volverse sensible. Martín Menem le sugirió a Pagano que renunciara. La diputada no lo hizo. La comisión está en un limbo.

La coreografía del juicio político asoma en la antesala de una pelea que puede ser descarnada: el 15 de septiembre, ‘Toto’ Caputo debe enviar al Congreso el proyecto de Presupuesto 2025 que ultima un equipo encabezado por Pablo Quirno y Carlos Guberman. Luego de los cambios que tuvo que aceptar en la Ley Bases y de las derrotas en las últimas votaciones –DNU de gastos reservados, jubilaciones y presupuesto universitario– suma músculo la tesis de un dirigente libertario: “Para Javier es mejor gobernar sin presupuesto. Si se lo quieren cambiar, lo vuelve a prorrogar”.

Lo hizo este año porque en 2023 el Congreso, en medio de la incertidumbre electoral, no trató el proyecto que envió Sergio Massa. ¿Puede volver a hacerlo? No hay antecedentes de un presupuesto prorrogado por segundo año consecutivo. Tampoco había antecedentes de un mega DNU ni a una super ley de 600 artículos. Según un especialista consultado por Cenital, la Ley de Administración Financiera, que regula la dinámica respecto del presupuesto, resulta ambigua.

En la democracia argentina, no hay mayor escenario de negociación política que el presupuesto nacional. Puede ser una declaración de guerra total.

La conducción tóxica
“Esta conducción tóxica no puede funcionar. ¿En qué gobierno un asesor tiene más poder que el jefe de Gabinete?”. Mauricio Macri volvió a Olivos. Fue al menos una vez cada semana de agosto. Estuvo en la quinta el martes pasado, horas después de que 20 diputados del PRO votaran junto a Unión por la Patria la UCR, provinciales y la izquierda para voltear el DNU que otorgó $100 mil millones de fondos reservados a la SIDE, que está a cargo de Sergio Neiffert pero bajo el control de Santiago Caputo.

“Le expliqué lo de la SIDE y aceptó que fue un error”, le contó Macri a su entorno. Pero, a las horas, Milei dijo que no le resultó “satisfactorio” el argumento del expresidente respecto del comportamiento de parte de su bloque. Macri hace una crítica global, que incluye el dato de que la bicameral de Inteligencia la presidirá Martín Lousteau. De ambos episodios responsabilizó a Caputo Jr. En esa guerra, Macri hasta se permitió elogiar a Patricia Bullrich –que proponía al misionero Martín Goerling para esa butaca, quien además tenía el guiño de Victoria Villarruel– y relató, como cierto, un tramo de la reunión de gabinete donde la ministra de Seguridad habría cuestionado al asesor todoterreno. “Qué se cree este pendejo, miren en el quilombo que nos metió”, dijo Macri que dijo Bullrich.

La queja es vieja. En diciembre, Cristian Ritondo le planteó a Menem que sea criterioso con el reparto de lugares en la bicameral. A juzgar por el número final –que facilitó un pacto entre UxP y la UCR que ordena Emiliano Yacobitti, que juntos se quedaron con 8 de los 14 lugares– la sugerencia no fue escuchada. Ritondo, que habla con Milei, reniega que no lo tienen en cuenta. Siguió la sesión desde Los Angeles, invitado por la FURP, con una visita a las oficinas WolrdCoin, la tecnológica de Sam Altman.

Los viudos de Milei y la vendetta de Macri a Caputo
“Cristian no estuvo acá y por primera vez el bloque votó dividido. Para que vean lo importante que es su rol”, lo defendió un aliado. Hay una lectura anexa: de los 40 integrantes del bloque, la mitad votó para voltear el DNU pero la otra mitad se repartió entre 4 que votaron junto a la LLA, dos abstenciones y más de quince ausencias. “Mauricio pidió votar en contra del DNU, mandó a (Silvia) Lospenatto a alinear a todos, pero solo la mitad le hizo caso”, apuntaron cerca de Bullrich. Con esa matemática, Macri quedó parcialmente roto.

Con la movilidad previsional ocurrió algo similar. Los senadores votaron en general, se alinearon con la Casa Rosada en particular pero Macri salió a festejar el veto y dejó en offside a sus propios senadores que se animaron, un rato después, a desafiarlo. Luis Juez, jefe de la bancada, de vínculo tirante hace tiempo con el expresidente, rankea como el senador PRO con más ganas de pintarse de violeta libertario.

Macri cuestiona el sistema tóxico, donde el poder está concentrado en Santiago Caputo y Karina Milei, porque los detecta como los principales estorbos para avanzar en un acuerdo para incorporar funcionarios al Gobierno. Sus críticas a la gestión son, en la práctica, una crítica a Caputo, el hombre con más poder real en el ecosistema libertario, expansión que lo hacer ganar enemistades y que hizo aparecer cierto recelo de Karina.

El pedido de Macri
En su avanzada contra Caputo, Macri se chocó con la resistencia de varios en el mundo libertario. Lo enfureció, en particular, que Guillermo Francos, a quien elogiaba por su pragmatismo, haya recordado que tuvo varias denuncias penales por operaciones de espionaje. Y le molestó que Manuel Adorni, el portavoz, acusara de “ingratos” a los diputados del PRO.

A la tira de funcionarios que quiere sumar al Gobierno, Macri le agregó un renglón más: quizá porque no tiene certeza de que sus sugeridos sean incorporados en cargos en el Ejecutivo, lo que implicaría casi un cogobierno, decidió hacer otro pedido como gesto de buena voluntad hacia la fusión PRO-LLA –alianza electoral, simil JxC- de cara a las elecciones del 2025: que Milei acepte que Ritondo sea electo presidente de la Cámara de Diputados en lugar de Martín Menem.

El riojano es un imán de enojos de los bloques pero es un protegido de Karina Milei. Así como quitarle poder a Caputo (S) sería visto como una debilidad de Milei ante la demanda de un tercero, entregar a Menem sería una derrota pura y dura para la hermanísima, que lo tiene como su mano derecha en el armado, bastante caótico, del sello La Libertad Avanza (LLA) en el país. La crisis en el bloque, que expulsada o renunciada marcará la salida de Lourdes Arrieta, es otra bolilla negra respecto de la capacidad de conducir del diputado por La Rioja.

Wartime consiglieri
Caputo Jr., que se alejó unos días de Buenos Aires, cerró una semana terrible con un respiro: la ratificación plena de Milei. Tiene, a favor, que Macri acumuló toneladas de enemigos que en ese duelo parecen ponerse del lado de ‘Santi’. Cerca del asesor esperaban que haya más fuego contra el jefe del PRO luego de su ataque desembozado. Dicen que se sintió un poco solo en la batalla contra el expresidente. ¿Teléfono para Karina?

El demiurgo libertario asume, según cuentan a su lado, que le toca estar en el centro del ring. Que no le incomoda guerrear sino que, por el contrario, esa parece ser su naturaleza o su rol. “Santiago es un wartime consiglieri”, cita un amigo una categoría de la película El Padrino: es decir, un consejero para tiempos de guerra.

Pero, al mismo tiempo, Caputo es el interlocutor con la política. A él le hicieron llegar, dirigentes como Ritondo y Miguel Pichetto, la sugerencia de girar los fondos para la SIDE con un decreto reservado. El gurú mandó a averiguar a funcionarios técnicos, entre otros María ‘Mery’ Ibarzábal, y respondió que ese instrumento no puede utilizarse para ampliación presupuestaria.

En el mundo libertario dicen que es un cruzado, que entrega todo por Milei. “A diferencia de Macri, Santiago no tiene pretensiones de seguir para siempre en la política: cuando cumpla su misión, que es ayudar a que Javier sea el presidente que cambie el país, se retira”, lo explica un amigo. Pero el hipotético “retiro” no tiene fecha, menos aun cuando el propio Milei volvió a hablar, en privado, e Olivos, de sus planes de reelección para el 2027.

En ese proceso, LLA debe terminar de absorber al PRO, algo que en la teoría ya hizo. El informe del mes de agosto de Isasi-Burdman, que analiza el escenario político y electoral entre las esquirlas del escándalo de Alberto Fernández y Fabiola Yáñez, muestra que si bien el PRO tiene una identidad consolidada (13% contra 5% del kirchnerismo, 16% del peronismo y 30% de LLA) a la hora del voto, el simpatizante del PRO es abiertamente oficialista. El macrismo anti Milei es marginal.

Burdman registró una caída en el voto al peronismo con el affaire Fernández-Yáñez, pero pronostica que es temporal. Presume más sólido que se consolide, como identidad, el peronismo por sobre el kirchnerismo. Pero el comportamiento de la opinión pública no implica, necesariamente, que eso se refleje en el reordenamiento político. Un caso testigo será lo que ocurra con Ricardo Quintela, el gobernador de La Rioja, en su intención de convertirse en jefe del PJ.

“Quintela tiene que prepararse y juntar aliados. No va pasar como con Menem, que llegó con los doce apóstoles”, explica un dirigente que teje para el riojano. El martes pasado, Quintela estuvo en el Vaticano, por una gestión de Víctor ‘Tucho’ Fernández, que fue arzobispo de La Plata, y quien intervino para agilizar la foto de Axel Kicillof con Francisco en junio pasado. El papa sigue, con detalle, lo que ocurre en Argentina. Respecto de Quintela tiene las referencias de un obispo muy cercano, Dante Braida.

El axelismo mueve, cada vez más abiertamente, para un entendimiento con Quintela respecto del PJ. Andrés ‘Cuervo’ Larroque se dedicó a esa tarea, aunque Sergio Berni se presenta, en algunas mesas, como “armador” de Quintela en la provincia. Larroque busca tender puentes fuera de Buenos Aires. A uno de sus referentes, Federico Berardi, se lo vio en La Rioja con Quintela, primero en el PJ y luego con el obispo Braida en la fiesta de Angelelli, obispo asesinado y en proceso de canonización por parte de Francisco. Suman en paralelo a lo que recoge Quintela, quien avisó que si Cristina Kirchner quiere ir por el partido, él no juega, pero que con cualquier otro candidato, por caso ‘Wado’ De Pedro, pedirá internas. (26-08-24).

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