Trigo y directa: los aprendizajes de una difícil campaña
Guillermo Irastorza es uno de los tantos productores que viene hace años trabajando con una con una filosofía para apostar continuamente al cultivo de trigo, pero principalmente pensando en el «sistema» donde mas allá de la búsqueda de una rentabilidad mínima, el suelo es el objetivo final como capital de trabajo.
“Gracias a Dios llovió en la zona en general menos en Falcón – partido de Coronel Pringles- porque en realidad sacaba la cuenta y en todo diciembre llevamos 70 milímetros acá. Por supuesto, estoy muy contento, porque esos 70 milímetros son exactamente la misma cantidad que llovió desde el 1 de junio a hoy. Es como digo siempre, lo que mejor tenemos los productores es el clima porque este clima, quédense tranquilos, que el año que viene nos va a dar revancha”, afirmó Irastorza.
-Hace años decidiste empezar con un sistema de siembra directa que involucra la técnica de ir a sembrar directamente, algo que es casi una filosofía de protección del suelo, cuidado del agua y un estudio continuo de cada uno de los ciclos de cultivos que vos haces.
-Totalmente de acuerdo, esta sequía que sufrimos fundamentalmente en el sudoeste- por lo menos en Falcón- fue peor que la del 2009, a pesar de que el milimetraje total del año fue un poco mayor que en ese año. Pero los rindes que tuvimos, que fueron magros en realidad, una cosecha desastrosa, fueron mejores que los del 2009 porque nosotros logramos aumentar el piso y eso nos pone muy contentos.
-En un contexto así de semejante desastre, ¿qué conceptos consolidaste?
-En este escenario no se puede sacar muchas conclusiones, es muy difícil porque vuelvo a insistir, en realidad tendrían que tener todos los potreros uno al lado del otro haciendo las comparaciones porque no es lo mismo el antecesor que fue con vicia al antecesor que fue con rastrojo de trigo. O sea, eso es muy difícil de comparar como así también un trigo con el otro.
En realidad, lo que hay que comparar son los trigos con la misma base genética. Los que vemos todos los días a los cultivos y estamos en el campo, vemos que es asombroso cómo en semejante sequía el tipo sigue ahí latente, que esté verde, aunque esté arriba de la piedra. Entonces, hoy a eso le sigo viendo un futuro muy grande, pero es muy difícil.
-Estando en una zona con tosca es importante levantar los mínimos porque los máximos se levantan solos.
-En realidad, no hemos sacado el promedio del total de todo lo que nosotros hacemos, pero estimo que va a estará cerca de los 1300 o 1500 kilos
En realidad, es un desastre porque si le ponemos los costos de lo del año pasado, o sea, a valor trigo del año pasado, en realidad es la tercera parte de lo que tendríamos que cosechar. Pero esto es una situación que nos estaba pasando porque políticamente nos estaba destruyendo. Hoy la cuenta hay que hacerla de otra manera y va a ser así.
-Con respecto a las experiencias que siempre hacés en barbecho o con vicias sin sembrar, versus lo que sembraste el año anterior, ¿tuviste diferencias?
-Cuando hablo de rindes, estoy haciendo referencia a una zona que va desde Dorrego hasta Bahía Blanca, entonces es muy diferente. En realidad, en Falcón- que es la zona álgida nuestra- este año en lotes así, llegábamos a los 1800 o 2000 kilos. O sea, es un desastre, pero en un año como este, cosechar estos kilajes es un espectáculo. Por ejemplo: nosotros consideramos el año de descanso cuando hacemos una vicia. En el caso del año pasado, no cosechamos. Ese lote de 260 hectáreas dio exactamente 2100 kilos. En cambio, cuando vamos a otro que viene de un rastrojo arrancamos en 1400. Realmente este año se dio una diferencia abismal.
-Por la zona de Dorrego hay una diferencia muy grande entre los que sembraron extremadamente temprano con respecto a los que hicieron una siembra más tradicional.
-En el caso nuestro no nos fue bien porque en realidad hace mucho tiempo tenemos una política para poder combatir el Ryegrass y es la de no sembrar temprano. O sea, es un equilibrio con el que jugamos; es decir, al no poder sembrar temprano, estamos empezando a sembrar entre el 1 y el 10 de junio. Eso este año fue castigado. Por ejemplo, algunos de los que sembraron temprano en Bajo Hondo tuvieron muy buenas cosechas de cebada.
En realidad, hoy estamos haciendo una «ingeniería», no solamente estamos hablando del trigo y gracias a dios tanto el maíz como el girasol en baja densidad también están entrando.
Yo hoy puedo decir que al Ryegrass no lo vamos a matar, pero lo estamos empezando a poner en caja gracias a todas esas cosas. En un futuro empezaremos a tener quizás las mismas cosechas de trigo, pero con menos costos de graminicida porque ya esa ventaja se está empezando a ver.
-Este año también se dio una extensión del clima frío, ¿cómo influyó esto en el trigo?
-Nos ayudó enormemente a pesar de que por ejemplo sembramos algunos lotes de Candeal y tuvimos daños por heladas. Fuera de eso, en general, el frío nos ayudó muchísimo este año.
-¿Están usando algún tipo de herramienta mecánica para complementar el control químico en Ryegrass?
-El día que haga eso me compro un kiosco y abandono la agricultura (risas). Voy a contar un secreto, el primer pie de pato que vino al país lo trajimos con mi hermano en el año 91. Es un Soundflower que hoy está en mi casa. Uno de los muchachos que trabaja con nosotros cuando yo no estoy va y lo pasa por algunos lugares, pero no tenemos resultados, seguimos teniendo Ryegrass.
Mi papá decía que en la cosecha de Coronel Dorrego se pierde un 50% por el Ryegras. Él combatió toda su vida al Ryegrass mecánicamente porque no existía la siembra directa y no lo podía controlar. Entonces, qué vamos a inventar ahora con todas las herramientas que estamos haciendo.
La mejor forma de controlar al Ryegrass es mediante la rotación, la ingeniería agronómica. (Infosudoeste / Mañanas de campo). (10-02-24).