“Lo más doloroso es ver es a los asesinos de José Luis sueltos”
Pocos casos desenmascararon la sombra del poder en la Argentina como el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas. El abogado dorreguense Alejandro Vecchi escribió el libro Los sospechosos de siempre, pensado para los jóvenes que a décadas de aquel caso poco saben de él.
“La memoria, como todo en la vida, exige ejercicio. Es, aunque no lo parezca, un músculo. El que olvida está condenado como todo el mundo sabe, a repetir errores. Y, lo que es peor, a que los culpables, los asesinos, los miserables sigan moviendo los hilos del mundo. Por eso, cuando los chicos me preguntan: “¿Y quién era Cabezas?”, siento que, como abogado de la familia del fotógrafo asesinado en tiempos de democracia en enero de 1997, es mi deber recordar a las nuevas generaciones la historia de un crimen que, si lo olvidamos, estamos condenados a ser víctimas de una repetición atroz”.
De esta manera, el dorreguense Alejandro Vecchi, abogado de la familia del asesinado fotógrafo de la Revista Noticias, explicó por qué escribió el libro “Los sospechosos de siempre”, publicado el año pasado.
Definió al libro como “una lucha quijotesca contra el olvido. Fue duro escribirlo. Fue el caso más difícil y movilizante de toda mi carrera. Hice amigos que persisten al día de hoy, y enemigos que me quisieron ver muerto y por poco, lo logran”.
“Más recuerdo la historia del crimen de José Luis, y cómo el poder de turno quiso encubrir a los culpables, más recuerdo cómo el empresario postal Alfredo Yabrán pasó de ser la sombra del poder durante décadas y digitar una mafia que incluía todo el abanico político y hasta la iglesia, hasta quitarse la vida acorralado por la justicia, más reconstruyo esta historia y llegó a una conclusión peligrosa: a 24 años del asesinato de Cabezas, y a casi 23 del suicidio de Yabrán, los nombres han cambiado, pero la mafia sigue más activa que nunca”, reflexionó.
Es impactante observar, cuando uno investiga las empresas de Yabrán, cómo han cambiado su fachada pero responden a idénticos intereses. Antes, llevaban su nombre. Hoy, están en manos de corporaciones poderosas y blindadas de toda investigación periodística”.
“Es impactante observar, cuando uno investiga las empresas de Yabrán, cómo han cambiado su fachada pero responden a idénticos intereses. Antes, llevaban su nombre. Hoy, están en manos de corporaciones poderosas y blindadas de toda investigación periodística”, aseguró Vecchi.
“No soy de los que creen, como muchos que Yabrán está vivo, y su suicidio fue una puesta en escena. Creo que, físicamente está bajo tierra y espero que su alma pague lo que sea justo tenga que pagar. Sin embargo, su legado, sus negocios y su influencia tienen más continuidad y peso de lo que reflejan los medios”, dijo.
“Pero, sin dudas, lo más doloroso es ver es a los asesinos de José Luis sueltos. La desmemoria hace que el mal vuelva a actuar en su escenario predilecto: las sombras del anonimato”, señaló.
Para el abogado, Latinoamérica está plagado de casos Cabezas. “Le dedico un capítulo de mi libro a repasar los crímenes en cada nación, cómo en países como México y Colombia, los asesinatos de periodistas se cometen a la luz del día, en la misma calle, y son noticias tan cotidianas que ya a pocos le llaman la atención”, amplió.
“Cabezas, hoy no sólo forma parte del panteón de los grandes reporteros del periodismo argentino. Hoy es una bandera de la lucha tesonera del periodismo independiente por plantarse al poder, y retratar, aunque duela, la verdad”, completó. (25-01-22).