El contexto no es el mejor. En los últimos tres meses la cotización del dólar escaló un 36%: pasó de $ 20,50 a casi $ 28. La incertidumbre creció y la inflación se aceleró. Aun así, para las vacaciones de invierno que están comenzando, se espera un movimiento turístico mayor en el país al del receso escolar 2017, que se había dado en un marco más positivo. ¿Cómo puede ser? Según especialistas, la devaluación misma fue la clave, porque viajar al exterior se encareció para los argentinos y muchos prefirieron volcarse este invierno a planes de cabotaje.
Por los altos niveles de reservas que reportan sus asociados de todo el país, en la Cámara Argentina de Turismo (CAT) proyectan que el movimiento interno será “sin dudas” mayor. “Pese a la coyuntura económica, prevemos unas vacaciones de invierno altamente positivas para todos los destinos, con más movimiento que el año pasado”, indica Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT).
Según un relevamiento de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en julio al menos 9 millones de personas harán excursiones por el día a ciudades cercanas y 4,95 millones harán viajes con pernocte. Eso marcaría un alza del 1,2% en turistas y de 6,3% en los excursionistas.
Por estas horas, en ómnibus de larga distancia y vuelos queda muy poco lugar. Aerolíneas Argentinas vendió para julio 3,5% más de pasajes que en 2017 y 16% más que en 2016, y llevará 38 mil pasajeros al día. Las reservas en Latam, para volar en cabotaje en las próximas dos semanas, fueron 5% mayores que un año atrás. La debutante Flybondi casi agotó sus vuelos “low cost” para ir durante la semana que viene a Iguazú, Mendoza, Neuquén, Salta, Jujuy y Bariloche.
Ese panorama se replica en los reportes de alojamiento, en especial en los destinos de nieve y en los del Norte, según los datos de la CAT, la CAME y la información recabada por Clarín.
Los principales centros invernales de la Patagonia y el mendocino Las Leñas prevén para los próximos días que su capacidad hotelera quede cerca de colmarse. Lidera Bariloche, donde se reporta que la ocupación llegaría “casi al 100%”, el turismo crecería 40% frente al año pasado y no descartan alcanzar esta temporada un récord de visitantes. En el ranking de destinos de Despegar, la ciudad rionegrina escaló en un año del séptimo al tercer lugar, sólo superada ahora por Puerto Iguazú y la Ciudad de Buenos Aires.
Al Noroeste legarán más de 900 mil personas. En Cafayate, la Quebrada de Humahuaca, Tafí del Valle, San Javier y Termas de Río Hondo, los niveles van del 90 al 100%. Igual que en Iguazú, donde esperan al menos igualar los 180 mil visitantes recibidos en las Cataratas en el invierno pasado. Tras la devaluación, el éxodo de los turistas a los hoteles del lado brasileño se frenó. Por eso, en Puerto Iguazú ya están pidiendo a los turistas no llegar sin reserva y hasta se preparan para alojar a quienes no sigan el consejo en casas particulares.
En Mendoza, el sector turístico también celebra la llegada del receso con altas reservas y buena calidad de nieve en la alta montaña. Según estima la Asociación Hotelera Gastronómica local, hasta fines de julio la ocupación estará por encima del 90%.
Córdoba Capital, Villa General Belgrano y el Valle de Calamuchita rondan ya el 75%. A la Ciudad de Buenos Aires llegarán 470 mil turistas. Y en la Costa, en distintos balnearios, los niveles oscilarán entre 40 y 75%.
Pero al analizar la demanda de viajes al exterior, el panorama es otro: las agencias coinciden en que, por la suba del dólar, las reservas se derrumbaron hasta 35%, en especial en los destinos que se elegían más para ir de “shopping”.
“Hasta hace poco al argentino le convenía ir a Chile, Uruguay o Brasil, pero eso cambió y el efecto empieza a verse. Además, el movimiento interno también se vio muy impulsado por una mayor oferta de vuelos, con tarifas en baja”, analiza Elías.
“Para estas vacaciones lo más vendido fueron los destinos de cabotaje y Brasil. La decisión de tomar vacaciones en general se mantuvo, pero en algunos casos quizás varió un poco el destino, buscando opciones un poco más cercanas y económicas”, cuentan en la agencia Avantrip.
“El pasajero está mucho más atento a promociones y dispuesto a resignar confort en vuelos y hoteles para poder ir al exterior. Por otro lado, tras el movimiento del dólar, muchos se volcaron a destinos nacionales”, explican en TTS Viajes, cuyas ventas de cabotaje crecieron 25%. “En los últimos dos meses, principalmente por la suba del dólar, mucha gente que tenía pensado viajar al exterior decidió tomar sus vacaciones en nuestro país”, suman en la agencia Atrápalo.
Agencias señalan que, aunque hay alta demanda en cabotaje, viajeros improvisados aún tienen chances de viajar sin pagar fortunas. “A Bariloche se hallan tarifas en aéreos de entre $ 3.500 y $ 5.500, a Iguazú entre $ 4.500 y $ 6.500 y a Córdoba a $ 3.300”, grafican en Garbarino Viajes.
Chile, Paraguay y Miami tuvieron un fuerte derrumbe
Cada dólar sale hoy un 62% más de pesos que hace un año. Así, los shoppings del exterior ya no tientan con sus precios a los las argentinos. Y por la suba de tasas de interés, la oferta de cuotas para pasajes y paquetes quedó limitada. El combo hizo caer la demanda de viajes afuera, en especial para los destinos que venían impulsados por las compras.
El año pasado, en el ranking de Despegar para las vacaciones de invierno, el destino más demandado había sido Santiago de Chile, pero ahora no aparece en ni entre los primeros diez. Asunción del Paraguay, que también venía ganando terreno, también desapareció.
“El alza del dólar afectó principalmente a los destinos del exterior por el tipo de cambio y a los destinos de compra. Chile y Estados Unidos sufrieron una caída fuerte, de hasta el 35%. Los de playa, como el Caribe o Brasil, cayeron cerca de 15 o 17% a nivel industrial”, indican en la agencia. (Clarín).
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