POR GUSTAVO BLÁZQUEZ
Pensé en Rodolfo, instantánemente luego de escuchar que Mario Cebreiro sería el nombre impuesto al parque eólico en cercanías de Corti.
Pensé en Rodolfo, porque su hijo, al igual que él, nunca mostraron con ostentación sus conocimientos, su cultura; por el contrario lo hicieron, sin alharacas con sus humildades, sus bohonomías, sus amistades.
Cómo hago para felicitar a mi coterráneo Mario por su póstumo logro; cómo hago para felicitar a mi amigo Rodolfo por su orgullo.
El Presidente de la Nación inauguraba un parque eólico, mientras tanto, pensé en Rodolfo y lloré, no tenía alternativa.
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