Profesionales del Instituto Argentino de Oceanografía y del Conicet advirtieron sobre la necesidad de tomar medidas para disminuir la erosión del agua sobre las costas del sudoeste bonaerense, sobre todo después de los destrozos que provocara una reciente tormenta en Pehuen Co y Monte Hermoso.
De acuerdo a un informe elaborado por los doctores en Oceanografía, investigadores superior del Conicet (IADO) y docentes de la UNS, Gerardo Perillo y María Cintia Piccolo; la doctora en Geografía, becaria postdoctoral especial IADO/Conicet y docente de la UNS, María Luján Bustos, y el ingeniero geólogo y becario doctoral del Conicet en el IADO Gian Marco Mavo, una tormenta registrada hace 15 días hizo retroceder 7 metros el médano de la zona central del balneario de Coronel Rosales.
Este cálculo se hizo comparando la cobertura de la escalera que desciende hacia la playa.
“Las últimas tormentas han provocado daños considerables a la costa de Pehuen Co, tanto al entorno natural de la playa como a infraestructuras establecidas sobre el médano costero. Esto hace que se incremente la preocupación social y científica debido a la erosión de la línea de costa causada principalmente durante eventos de tormenta”, expresan en el texto.
Para disminuir el efecto de la erosión sobre el médano central, explican, no es conveniente el uso de métodos de estabilización rígidos (como espigones y rompeolas, entre otros) y, en su defecto, apuntar a los conocidos como métodos blandos, los cuales permiten absorber la energía de las olas y mareas sin generar erosión.
“Los más convenientes y económicos para realizar en esta zona son los denominados ‘enquinchados’ con tela media sombra -explican-. Otro, si bien más costoso pero muy necesario para rellenar los acantilados, es el sistema de contención mediante silos bolsa rellenos y cubiertos con arena. Además se debe promover la regeneración natural del médano frontal que representa el principal elemento de defensa ante futuras tormentas”.
Pehuen Co se encuentra sobre una saliente geográfica, y esta característica le otorga rasgos especiales en cuanto a su dinámica y morfología costera.
Por esta saliente -se indica- se pueden distinguir en el áreas costera tres zonas bien diferenciadas: la zona Oeste, la zona del Centro -en la cual se emplazan las construcciones- y zona Este.
Por la intensidad del evento todos estos sectores fueron afectadas, pero especialmente la zona Centro: derrumbó parcialmente un parador turístico instalado sobre el médano costero y creó un acantilado de entre 3 y 4 metros de altura a lo largo de 150 metros hacia el este del parador.
Qué pasó
En la costa del sudoeste de la provincia de Buenos Aires, el fin de semana del 15 y 16 de julio pasados, a causa del paso de un centro de baja presión que se movió desde el sur del territorio bonaerense hacia el este, la localidad de Pehuen Co se vio afectada por fuertes vientos del sur–sudeste, con algunas ráfagas de hasta 108 kilómetros por hora.
Este evento, sumado al momento de pleamar, ocasionó que el nivel de marea ascendiera más de lo habitual, registrando una altura mayor a los 4 metros (el doble de lo que normalmente se mide en ese lugar), registrado por el instrumental instalado por el Instituto Argentino de Oceanografía en las adyacencias de la Reserva Natural de Pehuen Co-Monte Hermoso.
Esta combinación generó que las olas lograran alcanzar las zonas más altas de la playa, accionando contra los médanos costeros y algunas construcciones ubicadas sobre ellos.
A pesar de que fue un fenómeno de corta duración (15 horas aproximadamente) tuvo un gran poder erosivo. Esto se vio reflejado de diversas maneras, entre ellas se destacan la generación de acantilados sobre el pie del médano costero frontal, erosión de plantas (tamariscos y uña de gato) que se encontraban afirmadas en el médano y un cambio importante en la morfología de la playa. (La Nueva.).
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