Cultura

10 de Noviembre Día de la Tradición: Cómo se iniciaron las manifestaciones gauchas en Dorrego

En el Capitulo X del libro “Patria y Tradición en el Dorrego de los ’30”, escrito por el profesor Fabián Barda, se reseña cómo se fue gestando la idea de tradición gaucha en Dorrego hasta que Alumni (Ferroviario) realiza la primer Fiesta de la Tradición.

Capítulo X
“EL CAMINO DE LA TRADICIÓN”

¿Qué Camino transitó la tradición en el Dorrego de los’30? Aquel que va de la noche del 20 de setiembre de 1930 cuando la orquesta de Isaías Orbe, al estilo Canaro o la tradición de los Podestá, interpretó en el Teatro Italiano “El Pericón” y “La Media Caña” a la jornada del 10 de noviembre de 1940, Alumni (antes Ferroviarios y después Ferroviario) organiza como en casi la totalidad de la provincia de Buenos Aires la primera Fiesta de la Tradición. En medio hay muchos mojones que van marcando un rumbo que en décadas posteriores tomará, a partir de mediados de los años ’50, la Peña Nativista (antes del Club Indepediente). Esas referencias tienen como protagonistas a los cantores nacionales marcando el adiós de su costado “criollo”; las escasas referencias sobre el criollismo en la prensa escrita; los acontecimientos criollos atenuando una cotidianeidad que en el futuro se hará más creciente para pasar a integrar casi y exclusivamente los festejos tradicionalistas y finalmente aquel, premonitorio, noviembre en la futura capital de la tradición surera.

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El tiempo de crisis que atravesó gran parte de la década de 1930 parece no haber sido un obstáculo para que, en Coronel Dorrego, recalen los más importantes cantores y cantoras nacionales cuya popularidad iba en crecimiento ante el espacio que en su segunda década de vida la radiodifusión les brindaba.
Oscar del Priore, un especialista en la temática del tango, señala que “el advenimiento del cine sonoro, su gran aceptación y su éxito comercial impulsaron el tango hacia su primera gran crisis a mediados del treinta. Las orquestas se vieron desplazadas de los palcos de los cinematógrafos, donde poblaban de acordes las sombrías salas y a los que concurría mucha gente a escucharlas, y retornaron a los cafés”(1). Esta es tal vez alguna de las explicaciones que pueden darse respecto de esa presencia estelar en varios escenarios de pueblos similares a Dorrego, en el sudoeste de la provincia.

Fueron muchos los números artísticos, variados en su temática, con el sello del tango y el folklore; pero el centro de atención lo marca el prototipo del “Cantor Nacional”. “Así se llamó en los viejos tiempos a quien no sólo cantaba tangos sino también completaba su repertorio con otro tipo de canciones, criollas en su casi totalidad. Ésa era la modalidad habitual en el tiempo gardeliano, y es así como podemos verlo muchas veces con una típica vestimenta gauchesca”(2) . El repaso de nombres, muchos de ellos instalados hoy en el panteón de la patria, certifican el esfuerzo que habrá significado para los organizadores de esos espectáculos ( los titulares de los permisos de explotación del Teatro Italiano y Español y el dueño del Bar Londres)(3), traer a esos artistas.
Mercedes Simone, Libertad Lamarque, Azucena Maizani, Agustín Magaldi, Alberto Vila, Tita Merello y , aquella que forma parte destacada en las efemérides dorreguenses, Carlos Gardel(4).

También presencias que transitaron por ese camino hacia la tradición, como la de Fernando Ochoa con una compañía de lujo: Abel Fleury o Mario Pardo con su gran conjunto de guitarras(5).

En 1930, el 14 de Enero se presentó en el Teatro Italiano , con canciones criollas, Mercedes Simone “El Jilguero Criollo”; que casi por casualidad había debutado en Bahía Blanca, durante el año 1923, cuando su novio Pablo Rodriguez debió recurrir a su voz para reemplazar a Longo que formaba dúo con él. Su mayor esplendor lo logró entre los años 1930 – 1940 y los primeros de la década de 1950.El repertorio de esos años estaba formado entre otras obras por: Leguisamo solo, Milonga sentimental, Muchacho, Motivo sentimental, Oiga gente, Gracias a Dios, Tu llegada y Cantando, estos últimos cuatro nacidos de su inspiración siendo el tango Cantando el más representativo de su repertorio. Solía presentarse vestida de varoniles ropas gauchas y pintarse un lunar en la mejilla(6).

El 24 de junio, en el Bar Londres, el trío cómico criollo “Los Pialadores” que según “La Verdad”, “pusieron en escena un variado repertorio de canto, guitarra y malabares, parodias, monólogos y diálogos cómicos, recitados, bailes nacionales,etc. Se presentaron dos noches seguidas con entrada libre”(7).

En 1931, registramos solo una presentación de renombre nacional. Tal vez la crudeza de la depresión económica se haya comenzado a sentir porque esa tendencia se mantuvo por tres años más. El 11 de junio se presenta en el Teatro Italiano, Libertad Lamarque. Esta artista que adquirirá una popularidad enorme en toda latinoamérica había nacido en Rosario debutando como cancionista en una de sus giras teatrales por el interior. Precisamente, en 1924, en Coronel Suárez. Al momento de la llegada a Dorrego, la llamada “Reina del Tango” o “Novia de América” interpretaba un variado repertorio que no solo incluía los tangos de moda, sino también pasodobles como Jerez de la Frontera, Claveles rojos y La chica del 17; rancheras del tipo de La China Hilaria y Mate Amargo; foxtrots como Tomasa, Estoy loca por automóviles y valses, entre los cuales el más conocido era Idilio trunco(8).

En 1932, en mayo, debutó la famosa cancionista nacional Mercedes Carné (La Novia de Buenos Aires) acompañada por la orquesta típica dirigida por el popular autor Francisco Pracánico. Destaca “La Verdad” la presencia del bandoneonista Sayago, que había tenido una brillante temporada tiempo atrás en el Bar Londres(9).

El año 1933, quedará grabado en la historia cultural del pueblo nacido a fines del siglo XIX , en el sudeste la provincia porque llegan Carlos Gardel y Azucena Maizani.

La presencia del “morocho de la Abasto” alcanzó ribetes míticos porque a partir de ella se tejieron cientos de historias de protagonistas contemporáneos; de niños que con ojos asombrados vieron pasar su estampa por el trayecto que unía el Teatro Italiano, que alcanzó a partir de esa presencia la estatura del templo, con el Hotel Cuatro Naciones de Juan Morano, lugar en el que se alojó con sus músicos.
Se presentó a teatro lleno la noche del 23 de mayo. El Diario “La Verdad” lo presentaba con el diminutivo que se hizo universal: “Carlitos Gardel en el Italiano”. La publicación del caudillo Juárez se ocupó de la expectativa previa que generó tamaña presencia. “Indiscutiblemente Carlos Gardel es el cantor de la simpatía popular. Apenas se anunció su actuación en el escenario del Italiano, llovieron encargo de entradas para la noche del debut.
Se explica la gran expectativa que hay por escuchar y aplaudir a Carlos Gardel,.

En primer lugar, por el gran prestigio que goza como único e insuperable cantor, y, además , porque pensando en los contratos que Gardel tiene en Europa es posible que pasen muchos años para que vuelva actuar en la Argentina”(10). No es premonitorio este artículo por el trágico accidente de Medellín, sino porque además de la imprevista fatalidad, al poco tiempo de estar en el sur de la provincia Gardel iniciará primero en Francia una serie filmaciones de películas y luego en Estados Unidos.

Luego de haber permanecido tres días en Bahía Blanca, donde se reunía en el Restaurant Peri con varias amigos entre ellos el caudillo radical Juan B. Maciel, llegó a Dorrego en tren.
La noche de la actuación fue acompañado por los guitarristas Barbieri, Riverol, Pettorosi y Vivas con quienes había llevado al disco páginas como: Me da pena confesarlo, Recuerdo Malveo, Anclao en París, La novia ausente, Aquellas cartas, Milonga sentimental, Recordando mi barrio, Cobardía y Rencor(11).
Casi cuatro meses después, la sala de los itálicos recibe a Azucena Maizani. Pronta a cumplir 31 años, faltará todavía algún tiempo para que Libertad Lamarque la bautice como la “Ñata Gaucha”, pero desde su debut con 18 años recién cumplidos logró un lugar destacado entre las cancionistas. Cuando recaló por el escenario dorreguense venía de dos años de giras por países de latinoamérica, España, Portugal y Francia. Solía presentarse la mayoría de las veces ataviada con ropas de gaucho(12).

La llegada del año ’34, traerá un incremento sustancial de números estelares que excede el ámbito de los “cantores nacionales”.
El 12 y 13 de marzo , ofreció sus dos únicas funciones, en el Teatro Italiano, Fernando Ochoa, el notable recitador de temas criollos que durante 1933 había tenido un éxito rutilante en las radios de Buenos Aires. El creador de Don Bildigerno (personajes que muchos ubican como su antecedente más directo al Gaucho Grondona creado por Luis Acosta García) estuvo acompañado por uno de los guitarristas más importantes que dio la Argentina: Abel Fleury, el creador de Milongueo del ayer y el Estilo Pampeano, dos joyas musicales que en la actualidad se estudian en los principales conservatorios del mundo.

Fernando Ochoa por aquellos años incluyó en su repertorio varias composiciones del payador dorreguense(13).
A Ochoa – Fleury los acompañaron esas dos noches el guitarrista Antonio Bassi y el dúo criollo Suárez-Casalla(14).
Si el otoño era buscado con voces criollos, el verano había sido “caliente” en celebridades: el 14 de enero Juan Maglio “Pacho” y el día 15 Julio de Caro.

Acompañado por la cancionista Mecha Estegui, “Pacho” deformación del italiano “pazzo” (Loco), se presentó en el Bar Londres. Era una celebridad del tango de la “Guardia Vieja”, que para el momento en que estuvo en Dorrego había sabido adaptarse a la evolución del tango dándole al bandoneón el papel de solista en la orquesta típica. Integraban su repertorio en aquel 1934; Sábado inglés, Tomá mate, Adelita, Tacuarí, Urquiza Artigas, El curdela, Ando pato, El alero, La tardecita, La chacarera, La chicharra, Cuando llora el corazón; o valses como, Maria Esther, Orillas del platas, Brisas y En las Sierras(14).
Un día después, el Teatro Italiano fue el escenario donde se presentó Julio de Caro con su gran conjunto típico formado por diez profesionales. El cantor era Pedro Laga.

Una de las particularidades que demuestra el camino paralelo que los tangueros
realizaban con ciertos aspectos del criollismo lo hizo la presencia de los zapateadores criollos Rodriguez y Ledesma , integrando la embajada de De Caro, cuya popularidad fue alcanzada en la participación que tuvieron en la película “Luces de Buenos Aires”.

De Caro, considerado la partera que asistió al nacimiento de la “Guardia Nueva”, se encontraba en ese año ’34 en la búsqueda de nuevos horizontes. En 1933, ganó el Certamen Nacional de Orquestas del Luna Park, pero se desvinculó de Laurenz, Blasco, Nieso y Sciarreta y se unieron a su conjunto Julio Rosemberg, Julio Perceval y Alejandro Gutierrez del Barrio. Unió a sus instrumentos percusión lo que le valió varias críticas(15).

Se clausura el año con dos presentaciones netamente criollas: el 29 de junio actuó el recitador, Norberto Gerard, intérprete de “La Musca Criolla” y el 16 de julio, en el Bar Londres, el dúo “Las Naciones Hermanas” integrado por el payador argentino José Mercado y el guitarrista uruguayo “Carusito”, conocidos por sus actuaciones en Radio Stentor de la Capital Federal(16).

El año 1935, se inaugura el 14 de febrero en el Bar Londres , con la presentación de la cancionista Mary Lobato, acompañada por los guitarristas Adrián y Navarro. La prensa destacó la actuación del “precoz” zapateador Heber Lobato “que entusiasmó al publico con sus bailes típicos(17) .

Ese año traerá para el mes de julio el regreso de Fernando Ochoa esta vez acompañado por el guitarrista Héctor Morales y a Amanda Ledesma , ambas presentaciones en el Italiano(18).
En aquel mes la empresa concesionaria del teatro, decidió efectuar un homenaje a Carlos Gardel con la actuación de “Los gauchos Blancos”, conjunto de varios guitarristas y vocalista vestidos de gauchos, según la publicidad que anunciaba su presentación(19).

El 14 de noviembre fue otro día de presencia estelar. Actuó en el Italiano, Ciriaco Ortiz con sus guitarristas Spino y Menendez. Era un personal bandoneonista que logró amplia popularidad con su trío. “Fue uno de los más importantes intuitivos del tango y su personalísima manera de frasear fue su principal característica(20).

El año 1936, traerá una de las presencias más estelares de la década. El sábado 30 de agosto se presentó en el Teatro Italiano, Agustín Magaldi(21). Este santafesino nacido en 1901, criado en un ambiente familiar en el que todos eran aficionados a la lírica, desde niño oyó grabaciones de Caruso y de Tita Ruffo. Su sueño era precisamente la lírica de la cual hizo solo una actuación a los 18 años en Rosario. Luego de una primera incursión en 1922, en la capital Federal, al año siguiente comenzó su gran carrera artística. Grabó a dúo con Rosita Quiroga cuatro canciones criollas: La jachalllera, El amor de los amores, Chilena Ingrata y Virgencita de Luján, pero el público quería a la Quiroga como solista. A partir de ese momento es que Magaldi forma su más famoso dúo con Pedro Noda. Según Estela dos Santos “ conversaron, cantaron, se entendieron y formaron dúo, el más famoso de la música argentina y el más duradero. Por diez años estuvieron juntos en los discos, en las radios, en los cines y clubes”(22).

La etapa de “la voz sentimental de Buenos Aires” inmediatamente anterior a su presencia en Dorrego, es importante destacar porque entre los años 1929 y 1935, es cuando integra a su repertorio los temas del payador Luis Acosta García. Al respecto Carlos Funes ha recopilado que “en la serie de discos Brunswick que Magaldi concretó entre los años 1929 y parte de 1932, en el N° 1655, llevó a la cera dos temas de nuestro poeta: En la faz “A” encontramos el triste campero “Ave María” en magistral solo de Magaldi y del lado “B”, en dúo con Pedro Noda, un vals “Brasilera” (dedicado a su esposa Cecilia Marcón)”(23).
“En 1933, en el sello del conocido “perrito” (RCA- Victor) Magaldi graba la inigualada versión del tema “Dios te salve, m’ hijo”(24).
“Finalmente, a pocos días de la tragedia de Medellín, el 18 de junio de 1935 Magaldi grabó el tema: “Por qué te fuiste hermano”, como un homenaje a Carlos Gardel, cuando en realidad el tema de Luis Acosta García fue dedicado a Generoso D’amato (payador entrañable amigo de Acosta García muerto algunos años atrás). Magaldi cambió algunos párrafos”(25).
Magaldi que muere dos después de aquel agosto de 1936, estuvo acompañado por los guitarristas de su última etapa: Diego Centeno y Juan Spumer(26).

El año del cincuentenario , se inaugura en presencias foráneas con la presentación de Mario Pardo y su gran conjunto de guitarras. Este gran músico lo hizo acompañado además por la cancionista Aurorita Ferré. Un joven Mario Pardo llegó, entonces, con todo su repertorio criollo. A principios de los ’70, el creador de la famosa ranchera “Los gauchos de Madariaga” estará por última vez en las Fiesta Provincial de las Llanuras(27).
Dos días después, se presentó en el Teatro Italiano, Domingo Conte acompañado por Barbieri, Cabrera y Correa(28).

En abril , llegó a la ciudad Juan Carlos Cobián, “el aristócrata del tango”. Esa visita otoñal fue más de orden social porque permaneció algunos días como huesped de su hermano, José Cobián que vivía en Dorrego.
La presentación artística de Cobián se efectuará unos meses después, el sábado 13 de noviembre, según informa “La Comuna”, el autor de Nostalgias y Nieblas del Riachuelo, lo hizo acompañado por el conocido animador Mario Franz.
A mediados de octubre se produce un hecho curioso. Héctor Palacios suspende su actuación por un problema en la garganta. Eso no sería lo raro sino el espacio que se le dedicó en los medios escritos para aclarar la situación. En su edición del 19 de octubre, “Tribuna” aclaró que “recibió la grata visita del cantor nacional Héctor Palacios, con quien tuvimos oportunidad de departir breves momentos”.

“Con la sencillez que es característica en él, nos pidió explicar la público dorreguense, del que se lleva la mejor impresión, el motivo que le impidió actuar en la sala del Teatro Italiano la noche del viernes, que no fue otro que una ronquera repentina producida por una corriente de aire en momentos en que se encontraba inspeccionando al escenario del referido teatro”.
“Gustosos accedemos al pedido del eximio cantor, pudiendo agregar por nuestra parte que hemos podido comprobar la veracidad de lo manifestado por Palacios, es que aún pudimos apreciar la afonía de su voz”(29).

Quien sí se pudo presentar el jueves 28 de octubre fue el cantor uruguayo Alberto Vila acompañado por sus guitarristas Baudino, Pardo y Pérez. Según “La Verdad”, “el as uruguayo de la canción popular interpretará un variado y selecto repertorio con el acierto y justeza que ya nos tiene acostumbrados a través de su brillante actuación en Radio Belgrano”(30) Vila tuvo una destacada participación en la década siguiente al integrar como vocalista la formación de Mariano Mores.
Diciembre, antes de los festejos del cincuentanario, traerá la presencia de la Orquesta de Francisco Canaro.

Esta presencia se hizo a partir de la contratación por parte de José Zarzozo concesionario del Teatro Italiano, pero recibió una objeción: Canaro actuaría en la sala más grande del pueblo que era el Teatro Español por lo que la noche del 12 de diciembre con la marcha “Mi Buenos Airtes” de Canaro e Ivo Pelay comenzó esa actuación inolvidable, que se repitió el día después(31).
Canaro , uruguayo, nacido en San José de Mayo a fines del siglo XIX, fue una de las figuras cumbres de la canción rioplatense. Integró el conjunto de Vicente Greco hasta 1914, a partir de donde comenzó su largo y exitoso camino como director de orquesta y conjuntos más pequeños(32). En 1925, se presentó en París pero debió valerse de una estratagema para poder hacerlo: una disposición sindical de los músicos franceses no permitía la actuación libre de extranjeros; fue así que Canaro decidió transformar su orquesta en un espectáculo de atracción. De tal modo, forzado por las circunstancias, inventó el primer show argentino “for export”. No sólo interpretó tangos, sino también otras danzas argentinas. Visitó a los integrantes de su orquesta con ropas de gaucho e incluyó números de baile criollos y recitados. El éxito de Canaro fue grande, tanto que de allí en más los músicos europeos dedicados al tango adoptaron esa típica vestimenta gauchesca, ignorando que no era la que correspondía(33).

Para el momento que estuvo en Dorrego, el vocalista preferido de “Pirincho” (tal el apodo de Canaro), era Roberto Maida, quien había popularizado temas como Poema, Viejos Tiempos y la milonga Silueta Porteña(34).
Las actuaciones rutilantes de cantores nacionales, ofrece hacia el final de la década la presentación, en el Teatro Español, de Tita Merello, que según Estela Dos Santos “Tita Merello es la desmitificadora de mitos que se convierte en un mito”. Nacida en Magdalena, en 1933 ya tenía difusión radical de sus tangos humorísticos . Paralela a su faz musical realizó una gran carrera como actriz de cine(34).

Con la actuación de la Merello cerramos un período impresionante de presentaciones de renombre nacional de diferentes manifestaciones artísticas. Hemos puesto especial atención en los bautizados “cantores nacionales” porque su presencia demuestra la fuerte impronta que los aspectos gauchescos dejaron en artistas que, pese al desarrollo que el tango había experimentado y que en ciertos aspectos no podrá superar, habían comenzado cantando aires criollos.

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El transitado, hasta ahora, es un camino surcado por voces y manifestaciones que desde fuera venían a recordar que en la memoria colectiva anidan las viejas canciones de una tradición gaucha que forjaron y transmitieron, a esos cantores nacionales, los payadores.

El tema es rastrear como desde adentro fueron aflorando algunas líneas conductoras de la idea de tradición gaucha. Hemos aclarado que en tanto pueblo de campaña al fin, encontrar el límite de lo cotidiano de las tareas rurales de los años ’30 con manifestaciones tradicionalistas como entretenimiento, festejo o culto es muy difícil.

Si empezamos por la prensa escrita, los tres periódicos de mayor difusión y continuidad en esos años, “La Verdad”, “La Comuna” y “La Unión”, muy pocas referencias hacen a cuestiones gauchas más allá de haber dado difusión a las actuaciones de los “cantores nacionales” y a los que podríamos denominar acontecimientos criollos que nos ocuparemos más adelante.

Hay texto de “La Comuna”, el diario que dirigía Baldomero Barreiro y que a su muerte continuaron sus hijas, fechado a fines del año 1932, titulado “Tradicionalismo”. Un texto marcado por la gradilocuencia: “respetamos la tradición histórica de nuestra patria. Tomemos de nuestros mayores, ejemplos de patriotismo y amor a la libertad(34).

Otra fue la preocupación de “La Unión”, periódico de tendencia radical, dirigido por Rolando Cabral, un ex tipógrafo del diario “La Comuna”. En su edición del 3 de enero de 1931, se ocupa de laTaba, al que llama un juego tradicional que tiende a desaparecer. “Poco a poco se va desterrando este juego criollo llamado la taba. Juego puramente criollo, tan criollo como puede serlo el ombú, el mate y la carbonada . . ., juego que el criollo quiere, como puede querer a su guitarra, a su parejero y a su cuchillo”(35). Interesante párrafo desde el punto de vista que ubica cual serían para esta publicación los símbolos propios del gaucho.

Más adelante se vuelve más didáctico. “Es huesito que tirado por mano maestra se clava en la tierra de la cancha de reducidas dimensiones y que al tirarse comienza a dar vuelta en el aire para caer del lado de la suerte del otro y que antes de ser lanzado, el criollo se requista el gacho, se empolva la diestra con la tierra de la cancha y lo hace bailar en sus manos mientras se cruzan las apuestas”(36).

Luego arremete contra las leyes vigentes. “Esa distracción del criollo está prohibida por las leyes, como lo están las riñas de gallo, otro de los divertimentos camperos, en donde no solo es el paisanaje, sino que hasta en los pueblos tiene sus mantenedores”

“Y sin embargo, está en auge el boxeo brutal, y como así también tenemos salas de entretenimiento en Mar del Plata y Necochea, salas de entretenimiento, vulgar ruletas, mucho más perniciosas esas mesas de juego que la tradicional cancha de taba donde el criollo olvida sus tristezas”. Hay algo curioso en este párrafo porque Rubén Cabral, hijo del director de “La Unión” era en esos momentos el púgil de mayor actuación en nuestro medio constituyéndose con el tiempo en una de las glorias del boxeo local.

Cuenta el historiador inglés Eric Hobsbwam , que en la Italia inmediatamente posterior a la unificación, a través del servicio militar obligatorio y como forma de unificar la cultura, impusieron entre otras cosas como plato nacional el spaghetti, que hasta ese momento era considerada una comida pobre proveniente del sur(37). Un proceso similar se vivió en la Argentina aunque el plato elegido fue el locro. Aquí no se pudo popularizar tanto. “La Unión”, en junio de 1934, lo tituló el plato nacional. “ Un diario porteño viene realizando una encuesta desde hace días. Muchas personas todas espectables, han dado su opinión respecto al locro, al que han tributado los mayores elogios, tanto por lo mucho que es de sabroso como por su efectividad alimenticia”.

“Y nosotros también creemos que el locro de que hablan esos señores, el locro preparado en una buena cocina y por un no menos buen cocinero, es un plato exquísito, al que con excelente apetito, se le puede hacer buenos honores. Pero ¿puede asegurarse así, con tanta soltura que ese locro, plato nacional, que hacia ls delicias de las peonadas de don Juan Manuel de Rosas, allá por el año 40 y pico? ¿o sea el locro, plato nacional de la gente pobre, que a veces, cuando la familia es grande, las madres suelen prepararlo por razones de economía, ya que con poca plata se hace una olla grande?”.

“Nos parece que el locro, plato nacional y democrático por excelencia, lo están tratando de elevar de categoría . . El pobre se va a sentir extraño y gauchitos entre las ollas del Plaza, del España, o del Castelar (hotel famosos en ese entonces en Buenos Aires)”(38).

Fue también, “La Unión” el único periódico que realizo una larga nota necrológica sobre la muerte del payador Luis Acosta García(39).
En tanto, “La Verdad” se ocupa de otros temas. Hemos adelantado que en varias de sus ediciones publicó textos de Pedro Héctor Blomberg que en esa década fue guionista de varios radioteatros ambientados en la época de Rosas, algunas poesía que fueron musicalizadas en tiempo de vals y su famoso texto “El sembrador” que se utilizaba en las escuelas primarias(40).

Un anuncio de Casa Galli (una de las tiendas que funcionó durante varias décadas
ubicada en un esquina céntrica), publicado por “La Verdad” , ofrece en venta un importante stock de bombachas “Turcas”. Son las denominadas bombachas de campo que se utilizan generalmente para las tareas rurales y que se popularizaron en la Argentina por casualidad, cuando un cargamento destinado a las tropas que estaban en el frente de batalla en la Guerra de Crimea (siglo XIX) recaló en el puerto de Buenos Aires(41).

Un espacio mucho más amplio y continuado, “La Verdad” le dedicaba al lanzamiento anual de los famosos almanaques de la fábrica Alpargatas, ilustrados por Molina Campos. Fue precisamente a partir de 1931, que se inició la serie cuando Sherman Ackerman sugirió a los directivos de la Fábrica Argentina de Alpargatas la idea. El éxito fue inmediato, la aceptación unánime. Se estima que entre la Argentina y Uruguay circularon 19 millones de ejemplares(42).
Ese es en fin el lugar que la prensa dorreguense dedicó a aspectos relacionados con lo gauchesco, junto a los poemas, de lo cual nos hemos referido. Si tomamos en cuenta el clima ideológico de la ”Restauración Conservadora”, era de esperar mayores apelaciones a la patria y a la tradición gaucha.

Repasemos ahora los que podríamos considerar acontecimientos criollos.
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Hemos ubicado una serie de hechos, muchos de ellos organizados por instituciones de la localidad cabecera del partido de Coronel Dorrego y de parajes y localidades que integran el partido. Desde aquellas primeras manifestaciones gauchescas, generalmente vinculadas a los festejos del 9 de julio y el 25 de mayo al 10 de noviembre de 1940 cuando el Club Alumni inscribe el nombre de Dorrego entre los primeros distritos en realizar la Fiesta de la Tradición, estos acontecimientos criollos van marcando el espacio que paulatinamente fue buscando lo gauchesco. En principio son domas, con el tiempo mejor definidas en jineteadas hasta la inauguración, a mediados de los ’30, de un lugar dedicado exclusivamente a la expresión musical folklórica.

Si bien no podemos ubicar a la práctica del Polo entre las manifestaciones gauchescas, resulta interesante aportas algunos datos sobre lo que ocurría con este juego, más bien considerado aristocrático.
Hacia 1930 entre en el camino de una decadencia que lo llevará a su total extinción en la vida deportiva del distrito, aunque supo de viejas glorias. Los diarios “La Verdad” y “La Unión” siguieron durante todo el año 1929, la etapa clasificatoria y la instancia final del Campeonato Argentino de Polo disputado en la Capital Federal(43).

En octubre del año final de la década del ’20, se disputó en Dorrego un certamen organizado por la Federación Argentina de Polo, destinado a definir el Campeonato del Circuito Sudeste de la provincia, imponiéndose General Madariaga.
La fecha culminante tuvo lugar el 14 de noviembre de 1929, cuando en Palermo el Dorrego Polo Club batió por 11 a 7 a Washington, un equipo representativo del Circuito Centro, adjudicándose el Campeonato Argentino de Polo. El elecno dorreghuense estuvo integrado por Haakon Haugaard, Nicolás Ambrosius, Bonde Ambrosius y Ernesto Grant(44). El destino del Dorrego Polo Club tuvo su final en los primeros años de la década ya que en 1932 aparece la noticia en “La Verdad” de la compra de las antiguas tribunas del campo de polo por parte del Club A. Independiente.

En 1930, se realizó uno de los últimos encuentros en la localidad de Calvo, entre las formaciones denominadas “Los Leones” y “Los Tigres”, vencieron los primeros 5 a 2(45).

Respecto de la vinculación de las fiestas patrias con manifestaciones gauchescas existió un documento invalorable. En junio de 1931, “Casa Dusan” (comercio dedicado a la fotografía, por aquel entonces – luego amplió su espectro comercial) exhibió , en ronda y noche, en el Teatro Italiano, una película filmada en Dorrego.

Se pudo apreciar un Pericón bailado por jovenes dorreguenses y la Doma de Potros que se realizó el 24 de mayo de ese año como parte de los festejos de la Revolución de Mayo(46).
La serie de jineteadas que se suceden en todos esos años tenía como escenario predilecto, un amplio terreno ubicado frente al campo de deportes de Alumni (Ferroviario). Allí, el 27 de febrero de 1932 se realizó una Doma de Potros a beneficio del Tiro Federal. La organización corrió por cuenta de Héctor Martinez y no será esta la única actividad de destreza gauchesca a beneficio de la mencionada institución que comparado con la aparición de los Tiros Federales en la Provincia de Buenos Aires, en Dorrego llegó relativamente tarde. No es un dato menor porque ese tipo de instituciones formaban parte del proyecto político liberal-conservador argentino (el conservadurismo gobernante en Dorrego también impulsó la creación del Círculo Argentino para contrarrestar el poder del Club Social identificado con los radicales)(47).

En la zona, el 25 de mayo del ’32, en Aparicio se realizaron Doma de Potros y Carrera de Sortijas y Carreras Cuadreras. Los premios para los mejores jinetes eran; 1er. Premio, Poncho de Vicuña, 2do. Premio, Bombacha Oriental (las denominadas turcas)(48).

Para la fiesta de la Independencia de ese año, en La Aurora, Doma de potros. Lo interesante es que se anunciaron los jinetes participantes: José Gorósica, Ramón Acuña, Juan Villoldo, Juan Urtari, Machado, Pedro Sallago, Leguizamón (alías Pecho Colorado), Pito Urtari, Julián y Darío Zabala(49)
Pero con seguridad la expectativa más grande la generó en el transcurso de 1937, la presencia del gran domador chileno Proto Olguín.

El diario “Tribuna”, comenzó a informar sobre la presencia de uno de los jinetes más populares de los años ’30. Escribía don Petit Mignaquy que “desde hace unos días se encuentra en Coronel Dorrego el famoso domador Proto Olguín, de destacada actuación en el país habiéndose presentado también ante los públicos de varios países sudamericanos donde tuvo oportunidad de lucir sus grandes condiciones de consumado domador”.

“Esta prestigiosa figura exponente fiel de las habilidades gauchas se presentará ante el público dorreguense el día 25 del corriente en el campo del señor José Errazquín habiéndose confeccionado para esa fecha un interesante programa el que cuenta con diversos números que servirán para que los participantes puedan demostrar las habilidades propias del hombre consagrado a las prácticas de las tareas de campo, donde son complementos indispensables las condiciones de buen jinete, orgullo de nuestros gauchos”(50).

Las Pollas de Potrillos , las Carreras Cuadreras y Carreras de Sortijas, eran practicamente infaltables en las fiestas de mayo y julio. El escenario elegido era el Buoleward Constitución (en la actualidad Avenida Roca). Existen varias fotografías de las multitudes agolpadas en torno a una calle ubicada a escasos metros de la Plaza central del pueblo.
Las festividades vinculadas con las colectividades no hacían exclusividad de manifestaciones propias de la tierra de orígen; es más el día de la Raza, vinculado a la colectividad española, pero impulsado por el gobierno argentino durante la administración de Hipólito Yrigoyen, durante mucho tiempo incluyó gastronomía y manifestaciones gauchescas. Era común que el asado fue el plato principal del almuerzo de la hispanidad, tiempo después reemplazado por la tradicional paella que tiene que ver con la mayoritaria presencia de valencianos entre los inmigrantes penínsulares; o en los festejos de 1934 cuando se puso en escena la comedia campera en tres actos y en prosa de Genaro I. Toledo, titulada “El Viernes cayó San Juan”(51).

Fue el jueves 5 de diciembre de 1935 un día fundamental para el folklore dorreguense. Esa noche con la presencia de numerosos público, fue inaugurado un lugar típicamente criollo ”La Querencia”. Era propiedad de Juan Morano , propietario del Hotel “Cuatro Naciones”, ubicada frente a la Plaza, en la intersección de las actuales calles Juan B. Maciel y San Martín.
En la noche de apertura actuaron los cantores Caruso-Barro y Mauri(52).

La llegada de “La Querencia “, marca algunas evoluciones. Primero es el antecedente de tendencias que se van a acentuar en la próxima década cuando el folklore comparta la difusión nacional con el tango; segundo nos indica momentos en que un pueblo, en que lo campero formaba parte de sus horas y sus días, lo gauchesco pasa a tener un lugar determinado que, hasta ese momento, podía encontrarse en cualquier sobremesa o reunión de los establecimientos rurales de la zona.

Finalmente el 10 de noviembre de 1940, se realizó como en la mayoría de los distritos de la provincia la primera Fiesta de la Tradición. Ya nos hemos dedicado a explicar el proceso que llevó al establecimiento de la fecha en la provincia y al impulso del festejo de los ámbitos oficiales.
En muchos distritos fueron los propios comisionados, en ese año estaban intervenidos los 110 municipios de la provincia, los que convocaron a comisiones especiales para organizar la festividad; en Dorrego fue el Club Alumni el responsable.

En realidad, Alumni era el Club Ferroviario, que desde el 7 de mayo de 1930, debido a problemas entre integrantes de la Comisión Directiva pasó a llamarse Alumni. En principio era Ferroviarios convertido en Club Atlético Ferroviario a principios de los cuarenta cuando abandone la denominación de Alumni.

El semanario “Sportman” que dirigía Florencio Guzmán, se ocupó en la edición del sábado 30 de noviembre. Titulaba “Calor Popular tuvieron los festejos del Día de la Tardición”. En tapa informaba que “desde las primeras horas de la mañana del domingo, expléndida de sol, pudo advertirse que, nuestro pueblo cobraba una animación inusitada, contemplándose el paso de numerosos jinetes y vehículos llegados desde todos los puntos del partido para cooperar con su presencia a la celebración del Día de la Tradición celebrada por primera vez en Coronel Dorrego, pero que sin duda alguna ha de sobrepasar los relieves de una fiesta común, para convertirse en un acto oficial de afirmación de la argentinidad auténtica”.

“Le ha correspondido en esta ocasión al Club A. Alumni, tener a su cargo la organización de los actos, nada más elocuente que el éxito alcanzado para expresar cuan merecidas han sido las felicitaciones logradas por sus dirigentes. Solicitada su palabra don José María Bustos, presidente del Tiro Federal de Bahía Blanca, accedió gentilmente a ello, haciendo resaltar la importancia que para países nuevos como el nuestro tienen estos actos de auténtico nacionalismo bien entendido, ya que en torno a nuestras tradiciones, y costumbres que han de fundirse todas las razas, cuyos hijos han encontrado en esta tierra, la tierra de paz y de trabajo anhelados”.

“Terminada la polla y carrera de sortijas, de la que fue vencedor el señor Alfredo Reta, se efectuó el desfile de los jinetes, quienes llevaban a su frente el pabellón nacional y la insginia del Club A. Alumni”.
“El jurado integrado por los señores José María Pérez Bustos, Alfredo Reta y I. Labrisca, resolvió adjudicar el primer premio al jinete que cabalgaba el caballo mejor emprendado el señor Sebastián Pipo y el segundo al señor Juan Ustarez, adjudicándose este último un potro lobuno, premio especial donado por el señor José María Pérez Bustos para el jinete mejor montado”(52).

Otro de los testimonios más representativos de aquella jornada es la fotografía existente en el Museo Regional Dr. Carlos Funes Deriuel. Una imagen tomada desde el frente de la Iglesia, muestra a parte del público y algunos jinetes entre los que se pudieron distinguir a Tito Stanisia, Martín Quenego, Pedro Guillermo Pérez, Arruti, Isla Durban, Albarengo, Juan Ustarez, Jérez, José Barrios y Salaberry detrás se divisan las instalaciones de “La Querencia”(53).

Con ese origen aurinegro (colores de Ferroviario) termina instalándose la idea de tradición en un pueblo que a partir de un destino rojo (la Peña Nativista surgirá a mediados de los ’50, en el Club Independiente) consolidará su bien ganado prestigio de capital de la tradición surera.
Aquella austera presentación a caballo de un tiempo que va terminando, (el de los conservadores) y una época que va buscando su luz aunque muchos no lo adviertan (el peronismo ), acentuará el tránsito a la masividad cultural y la nacionalización del festejo del día de la tradición a partir de 1947.
En Dorrego perderá aquel brío inicial para retomarlo en otros tiempo y otras circunstancias para edificar un tradicionalismo acotado al surbonaerense(54).

NOTAS

(1) Del Priore Oscar. El Tango. De Villoldo a Piazzola y después. Bs. As. Manantial. 1999.
(2) Del Priore Oscar (op cit)
(3) Diario “La Verdad” y “La Comuna”. Varias Ediciones.
(4) Diario “La Verdad” y “La Comuna”. Varias Ediciones.
(5) “La Verdad”. 10 de mayo de 1934 – 5 de Mayo de 1937.
(6) Sentir el tango. Bs. As. Ediciones Ataya. 1998.
(7) “La Verdad”. 26 de junio de 1930.
(8) Sentir el tango (op cit)
(9) “La Verdad”. 21 de mayo de 1932.
(10) “La Verdad”. 23 de mayo de 1933.
(11) Sentir el tango (op cit) – Del Priore Oscar (op cit) – Zubiri Berta (op cit).
(12) Sentir el tango (op cit).
(13) Funes DeriuelCarlos. Historia …. (op cit)
(14) Sentir el tango (op cit)
(15) Sentir el tango (op cit)
(16) “La Verdad”. 29 de junio de 1934.
(17) “La Verdad”. 14 de febrero de 1935.
(18)“La Verdad”. 23 de julio de 1935.
(19)“La Verdad”. 31 de julio de 1935.
(20).Del priore Oscar (op c)
(21)iLa Verdad”. 29 de agosto de 1936
(22) Sentir el tango (op cit)
(23) Funes Deriuel Carlos . Acosta Garcia … (op Cit)
(24) Funes Deriuel Carlos . Acosta García .. (op cit)
(25) Funes Deriuel Carlos. Acosta García . . . (op cit)
(26) Sentir el tango (op cit)
(27) “La Verdad”. 4 de marzo de 1937.
(28) “La Verdad”. 6 de marzo de 1937.
(29) “Tribuna”. 19 de octubre de 1937.
(30) “La Verdad”. 26 de cotubre de 1937.

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